Una reciente encuesta de Des Moines Register/Mediacom Iowa Poll muestra que la vicepresidenta Kamala Harris se encuentra a tres puntos por encima de Donald Trump en Iowa, con un 47% frente al 44% del candidato republicano, con un margen de error del 3.8%.
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Este sorpresivo acercamiento revela un cambio importante en un estado clave que ha favorecido a los republicanos desde 2016. La caída de popularidad de Trump en estados conservadores refleja el impacto de sus desafíos legales, junto con una creciente apertura de los votantes a nuevos liderazgos, como el de Harris.
Según Nate Silver, uno de los expertos en sondeos más seguidos en Estados Unidos, “en el mundo en el que Harris gana Iowa, es probable que también esté arrasando en otras partes del medio oeste, particularmente en Michigan y Wisconsin, en cuyo caso ya es casi seguro que ganará el colegio electoral”.
Harris tiene una ventaja nacional de tres puntos
Según FiveThirtyEight, Harris lidera en encuestas nacionales con un 48% frente al 45% de Trump, mientras otros estados tradicionalmente republicanos, como Alaska y Texas, muestran una competencia cerrada.
Analistas destacan que esta ventaja es resultado de un deseo de cambio y estabilidad entre electores moderados e independientes, a quienes preocupa el contexto de polarización y la incertidumbre legal que rodea a Trump. La participación de Harris en eventos claves y sus mensajes sobre igualdad, economía y sanidad podrían estar resonando con votantes desencantados de ambos partidos.
En esta fase decisiva de la contienda, este acercamiento marca una posible oportunidad histórica para que Iowa redefina su apoyo político, cuestionando el dominio republicano en este territorio.
Con el tiempo corriendo hacia las elecciones de 2024, la pregunta se plantea de nuevo: ¿será esta la elección que lleve a un cambio en el mapa electoral de Estados Unidos?