Un exmilitante de Vox es condenado por su papel en el tachado de un mural feminista. ¿Hasta cuándo seguiremos tolerando actos de odio?
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El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha confirmado la condena de cinco meses de cárcel a Luis Felipe Ulecia, exmilitante de Vox, por su participación en el tachado de un mural feminista en Ciudad Lineal. La sentencia ratifica la responsabilidad de Ulecia como cómplice en un delito contra la dignidad y el patrimonio artístico, al haber facilitado la pintura negra utilizada para boicotear la obra, que simbolizaba la lucha por la igualdad de género. Además, se le ha impuesto una multa de 1.350 euros y una indemnización al Ayuntamiento de Madrid por valor de 10.065 euros.
El ataque en una fecha simbólica
La acción vandálica tuvo lugar la madrugada del 8 de marzo de 2021, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer. Esta fecha no fue elegida al azar, ya que los jueces destacaron el «evidente desprecio hacia las mujeres» demostrado al realizar el acto en una jornada tan significativa. «Tapar los rostros de mujeres representativas del rechazo a la violencia de género es una muestra inequívoca del más absoluto desprecio por su figura», señalaron en su resolución. El mural, ubicado en el centro deportivo La Concepción, fue creado para destacar el papel de la mujer en la historia y se había convertido en un símbolo de la lucha feminista en Madrid.
El mural fue impulsado por la comunidad local en 2018 y representaba a mujeres destacadas como la pintora Frida Kahlo, la tenista Billie Jean King, y la escritora Chimamanda Ngozi Adichie. Fue restaurado en agosto de 2021 tras el ataque, y desde entonces, ha sido replicado en otras ciudades como un ícono feminista. El proyecto fue desarrollado bajo el programa ‘Compartiendo Muros’, promovido por el Ayuntamiento de Madrid durante la gestión de Manuela Carmena. En su creación participaron más de 300 personas del barrio, quienes decidieron visibilizar a mujeres que han dejado una huella en la historia.
Una condena que genera debate
Ulecia, quien fuera vicesecretario de Juventudes de Vox, se desvinculó durante el juicio de la acción vandálica, argumentando que solo compró la pintura y no sabía quién la usaría. Sin embargo, la sentencia subraya que, aunque no fue el ejecutor directo, su contribución fue determinante para llevar a cabo el ataque. La resolución concluye que su participación en este acto de vandalismo constituye «una muestra de desprecio hacia los valores y principios representados por el mural», intensificando el alcance lesivo del acto por haberse realizado en una fecha tan significativa.
Este caso evidencia la persistencia de actos de odio contra los movimientos feministas y resalta la importancia de proteger y respetar los espacios que simbolizan la lucha por la igualdad. El mural restaurado sigue siendo un emblema de resistencia y reivindicación. La sentencia contra Ulecia envía un mensaje claro: no se tolerará el desprecio hacia la dignidad de las mujeres y su lucha por la igualdad.
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Fuente: El Salto