El número de propietarios de segundas residencias que optan por alquilar sus viviendas está disminuyendo rápidamente.
A pesar de los altos precios de alquiler, solo el 32% de los propietarios está dispuesto a alquilar sus viviendas. Esa cifra expresa una disminución respecto al 36% de 2023, según un informe de Fotocasa Research.
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Temor y uso propio son algunas razones
Varios propietarios prefieren no alquilar sus segundas residencias debido a razones personales o miedos. Un 74% de los encuestados señaló que usan estas viviendas para fines personales, lo que los lleva a descartar la opción de alquilarlas.
Sin embargo, el 25% de los propietarios teme que los inquilinos puedan dañar la propiedad. Un 17% evita alquilar por miedo a los impagos.
Impacto en el mercado de alquiler
Esta tendencia es preocupante para el mercado de alquiler, ya que reduce la oferta de viviendas disponibles; y exacerba la crisis de vivienda en España. El Gobierno ya ha reconocido la necesidad urgente de un millón de viviendas adicionales para satisfacer la demanda. Aunque se han aprobado iniciativas como la construcción de 43.000 viviendas de alquiler asequible, estas medidas no son suficientes para resolver la crisis.
Por otro lado, aquellos que deciden alquilar sus segundas residencias lo hacen, en su mayoría, motivados por la rentabilidad. Sin embargo, esta motivación ha disminuido, pasando del 68% en 2023 al 57% en 2024. Además, algunos propietarios buscan facilitar el pago de la hipoteca con los ingresos del alquiler. Un 12% espera vender la propiedad en el futuro, pero no lo hacen ahora esperando una mejora en el mercado.
Hacia una reforma del mercado de alquiler
Para revertir esta tendencia, es crucial que el Gobierno implemente políticas que protejan tanto a propietarios como a inquilinos. Esto incluye medidas que aseguren pagos de alquiler justos, mecanismos para resolver disputas y garantías para el mantenimiento de las propiedades. Solo con un enfoque equilibrado se podrá restablecer la confianza en el mercado de alquiler y ampliar la oferta disponible.
La disminución en la disposición de los propietarios para alquilar sus segundas residencias es un síntoma de un mercado de alquiler en crisis. Es fundamental abordar los problemas de fondo para garantizar un acceso justo y seguro a la vivienda para todos.