Migrantes arriesgan sus vidas en el bosque de Bialowieza

El de Bialowieza es uno de los bosques más antiguos de Europa. Situado al noreste de la capital, a 230 km, fue declarado patrimonio de la humanidad en 1977. Sin embargo, estos árboles cubren la frontera entre Polonia y Bielorrusia, por lo que se ha convertido en una de las vías más transitadas por personas migrantes que tratan de entrar en Europa.

En 2022, el gobierno polaco construyó una valla en la zona para frenar esta ruta de entrada ilegal al país. Su longitud es de 200 km y tiene una altura de 5 metros. Guardias polacos vigilan día y noche la empalizada rodeada de alambre de espinos, mientras que los drones observan desde las alturas.

El papel de Bielorrusia y la instrumentalización de la migración

Desde Bielorrusia, el presidente Alexander Lukashenko ha afirmado que no intervendrá en la migración ilegal hacia Polonia. De hecho, la UE acusa a Bielorrusia de fomentar activamente el uso de esta ruta. En 2021, la UE sancionó a la agencia de viajes Tsentrkurort, vinculada al gobierno de Lukashenko, por lucrarse aprovechando esta tesitura.

A pesar de las medidas de Polonia, en 2024 se registraron casi 30.000 intentos de cruce. Muchas personas migrantes que logran atravesar la frontera llegan en condiciones extremas. Según el grupo We Are Monitoring, 89 personas han muerto intentando atravesar esta frontera.

El aumento del tránsito de personas ha alterado el ecosistema del bosque. Las personas que se ven obligadas a atravesar el bosque, crean hogueras para salvarse del frío, lo que suele dar lugar a incendios descontrolados que acaban con una buena parte de la vida en el bosque.

El bosque de Bialowieza, en lugar de ser conocido por ser uno de los espacios naturales más importantes de Europa, se está convirtiendo en un símbolo de la crisis migratoria en Europa, donde cada kilómetro de frontera refleja el drama humano de quienes buscan una vida mejor.

TE PUEDE INTERESAR: