Fausto 
EFE/ELSOLIDARIO. Juanma Moreno en un acto de la Junta en Jaén.
El Gobierno andaluz de Juan Manuel Moreno Bonilla enfrenta una crisis creciente por las denuncias de corrupción y su negativa a la quita de deuda de 18.791 millones de euros propuesta por Hacienda.
Esta decisión, calificada como «incomprensible» por la oposición, evidencia una gestión que prioriza los intereses políticos sobre el bienestar de la ciudadanía.
Las acusaciones de corrupción han sacudido al Ejecutivo andaluz, debilitando aún más su ya frágil credibilidad. Mientras tanto, la negativa a aceptar la quita de deuda propuesta por el Gobierno central ha generado indignación entre la población y los partidos de la oposición.
Esta medida, que podría aliviar la presión financiera de la comunidad y mejorar los servicios públicos, fue rechazada por Moreno Bonilla bajo argumentos que muchos consideran insostenibles.
La oposición ha denunciado que esta postura responde a intereses partidistas y a una estrategia de confrontación con el Gobierno central, en lugar de priorizar las necesidades de los andaluces.
La deuda andaluza es un lastre que afecta directamente a la sanidad, la educación y la dependencia, sectores ya gravemente deteriorados por años de recortes y mala gestión.
La combinación de corrupción y la negativa a la quita de deuda está erosionando rápidamente la imagen del Gobierno andaluz. Andalucía no puede permitirse un Gobierno que priorice sus intereses políticos sobre el bienestar de su gente. Es hora de cambiar el rumbo y poner a las personas en el centro de las decisiones.
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