
12 años de RANA PLAZA // El 24 de abril de 2013. En la región industrial de Daca, Bangladesh, esta fábrica textil, casi en ruinas, se derrumbó con mas de 3000 trabajadoras dentro. Tuvieron que ir a trabajar a pesar de las grietas, amenazadas con el despido. Al ver el estado del edificio el día anterior, la tienda y el banco, cerraron. Murieron más de 1100 personas, la mayoría mujeres y niñas menores de 12 años. La mayoría de Supervivientes no ha podido volver a trabajar // Cartelería de Spanish Revolution // El Solidario
El 24 de abril de 2013 se derrumbó el edificio Rana Plaza, fábrica textil de nueve plantas, construido cerca de la estación de autobuses de Savar, a las afueras de Daca, en Bangladesh. Murieron 1.138 personas y más de 2.000 resultaron heridas. No fue un accidente sino una consecuencia directa de un sistema que prioriza el beneficio económico por encima de la vida humana. Ha sido y es el peor crimen en la historia del país y el más letal en la industria textil mundial.
En su interior trabajaban más de 3.000 personas sin condiciones de seguridad ni derechos laborales. Allí funcionaban varias empresas de de la industria textil para grandes marcas internacionales como Zara, H&M, Benetton, El Corte Inglés, Mango, Primark, Carrefour, Walmart y Nike, entre otras empresas. En esta zona industrial, el 80 por ciento aproximadamente se dedica a la confección para estos grandes lobbies de la moda y el 20 por ciento restante, a la producción para Grandes Farmacéuticas.

Las trabajadoras fueron obligadas a volver a sus puestos de trabajo, la mayoría mujeres y niñas, a pesar de las grietas del edificio
El edificio tenía grietas visibles desde el día anterior. Las tiendas y el banco cerraron, pero las trabajadoras fueron obligadas a volver a sus puestos bajo amenaza de despido. Aquella jornada terminó en la mayor masacre de la historia de la industria textil.
Doce años después la mayoría de víctimas sigue sin justicia ni reparación. El propietario del edificio está acusado de asesinato pero los juicios se han aplazado sin fecha.
Más de la mitad de las personas supervivientes no han podido volver a trabajar.
Las condiciones de explotación persisten. Las trabajadoras, en el caso de Decathlon por ejemplo, cobran 87 euros al mes por jornadas de 10 horas diarias.
Las protestas conmemorativas por el derrumbe de Rana Plaza, se siguen extendiendo a día de hoy por todo el país
Se exigen 195 euros de salario mínimo, descanso semanal, guarderías, licencias de maternidad (cuando todavía hay menores de 12 años trabajando en las fábricas), el fin del acoso sexual y del castigo por sindicalizarse. Mientras tanto empresas como Decathlon se niegan a firmar el Acuerdo Internacional sobre Seguridad que sí han suscrito más de 260 marcas en todo el mundo.
12 años después las víctimas siguen esperando respuestas. El manifiesto de este año lo deja claro. No descansaremos hasta que las empresas cumplan sus responsabilidades por encima de sus beneficios económicos. Queda mucho recorrido por delante.
«Hace años que las trabajadoras de Bangladesh vienen realizando huelgas y manifestaciones contra las malas condiciones de trabajo. Son millones de trabajadoras que producen indumentaria para las principales marcas del mundo. En noviembre de 2023 al menos 300 fábricas cerraron sus puertas ante una huelga generalizada en el sector que exigía un «aumento de salarios al nivel de la inflación«
¡Rana Plaza, nunca más!
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