Fausto 
El Solidario. Pensiones justas en España.
El mecanismo de cotizaciones ficticias que permite compensar los años dedicados al cuidado de hijos y familiares en el cómputo de la pensión es, a primera vista, una conquista en favor de la igualdad de género. Sin embargo, cuando se analiza en profundidad, se revela como un parche insuficiente para cerrar la enorme brecha de género en las jubilaciones. Una brecha que, según datos del propio Ministerio de Inclusión, supera el 30% en algunos tramos de edad.
La mayoría de estas “cotizaciones por cuidados” benefician a mujeres que, tras dedicar años al trabajo doméstico no remunerado, se enfrentan a la precariedad en la vejez. El Estado les reconoce hasta cinco años de cotización por esa labor invisible, pero eso no basta para alcanzar una pensión mínima digna.
De hecho, muchas quedan condenadas a pensiones no contributivas o a subsidios miserables que reproducen la desigualdad estructural que sufrieron durante toda su vida laboral.
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El problema no es solo técnico, sino político y cultural. El mercado laboral sigue penalizando la maternidad, la reducción de jornada y las excedencias, casi siempre asumidas por mujeres. Y las políticas públicas siguen siendo tímidas a la hora de reconocer el cuidado como un trabajo esencial para la sostenibilidad de la vida. Mientras tanto, los grandes fondos de pensiones y aseguradoras privadas se frotan las manos ante una clase trabajadora con carreras incompletas.
Es necesario un cambio estructural. No basta con maquillar estadísticas con cotizaciones ficticias, hace falta una reforma del sistema de pensiones con perspectiva feminista, que valore el cuidado como una contribución económica real, que reduzca las condiciones abusivas del empleo parcial y que asegure el acceso a pensiones plenas para quienes han sostenido la vida de millones sin cobrar un euro.
La justicia social empieza por reconocer que la vida no se construye solo entre oficinas y fábricas, sino también entre pañales, ollas y cuidados. Y ese trabajo también merece una pensión digna.
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