Jueza suspende orden del gobierno de EE.UU. de prohibir el registro de estudiantes extranjeros en Harvard
Verónica Mas 
Archivo. El Solidario. Universidad de Harvard con bandera de EE.UU
Hace aproximadamente un mes, el gobierno de EE.UU. detuvo a la jueza Hanna Dugan por presuntamente impedir el arresto de un mexicano. Hoy, otra jueza, la letrada Allison Burroughs que ya andará en el punto de mira del líder de EE.UU., ha fallado en favor de la denuncia interpuesta por la Universidad de Harvard para retrasar la orden del gobierno de «limpiar» su campus de extranjeros, que según tachan las fuentes oficiales de la administración estadounidense son terroristas, antisemitas, aliados del Partido comunista Chino y seguramente (aunque se lo callan) piensen que pervertidos.
Si esto no es el discurso de una gobierno dictatorial que baje Jesucristo y lo vea. Muchos estadounidenses del ámbito académico e inmigrantes no necesitan que baje nuestro señor a confirmar nada, simplemente, están haciendo las maletas y buscando un país donde poder exiliarse.
Sin embargo, la cosa por Europa tampoco es nada halagüeña, con el fascismo acaparando las urnas y las fronteras con Rusia caliente, caliente, elegir un país para el exilio es como comprar un cupón de lotería.
Estamos asistiendo a un panorama mundial que no apunta hacia un avance humanista y abundamente, sino más bien, a una lucha narcisista e ignorante que atenta contra los principios básicos de supervivencia y dignidad.
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Confusión entre los estudiantes extranjeros
La confusión reina ahora entre los estudiantes extranjeros de Harvard, a quienes les había planteado el dilema de cambiar de centro o perder su estatus legal en el país.
La incertidumbre también se ha adueñado de los demás estudiantes internacionales en otros centros de EE.UU., pues la Casa Blanca ya ha revocado más de mil visas sin justificación aparente, acusándolos de antisemitas o terroristas por haber participado en protestas.
Los alumnos internacionales representaron este curso el 27% del total, por lo que la última medida del Gobierno suponía un duro golpe para el centro.
En su demanda, Harvard hacía también referencia a las continuas publicaciones de Trump en su plataforma, Truth Social, como prueba de que el asalto a la educación superior forma parte de una venganza contra la universidad.
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