La película explora los daños ocultos de la pedofilia en el entorno familiar
Un silencio, de Joachim Lafosse, no solo es una película, sino un reflejo de uno de los problemas más perturbadores de nuestra sociedad: la pedofilia. Lafosse elige abordar este tema desde una perspectiva íntima y devastadora, no tanto para centrarse en el acto mismo, sino en los silencios, las omisiones y las mentiras que rodean a las familias atrapadas en esta tragedia.
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La hipocresía y la doble moral social
El filme examina cómo la pedofilia no solo destruye la inocencia de las víctimas directas, sino que también crea un círculo de dolor en aquellos que, de manera cómplice o por impotencia, optan por callar. La sociedad misma se convierte en una red de silencio donde el miedo y la vergüenza prevalecen, perpetuando el daño.
Lafosse denuncia la hipocresía de una sociedad que prefiere mirar hacia otro lado, mientras las víctimas siguen invisibilizadas, atrapadas entre el estigma y el trauma.
La película cuestiona la normalización del silencio que se impone sobre estos temas y llama a una reflexión urgente: ¿cuántos más deben sufrir en silencio antes de que se asuman responsabilidades reales? Lafosse logra, con sutileza y precisión, poner en evidencia la necesidad de romper este círculo vicioso y enfrentar colectivamente esta dolorosa realidad.
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