Fausto 
Ilustración: El Solidario. Un regreso de Trump representaría una amenaza seria al progreso climático, poniendo en riesgo no solo el liderazgo de EE.UU., sino el futuro de los esfuerzos internacionales para combatir la crisis climática.
En los últimos años, Estados Unidos ha avanzado en políticas climáticas, reafirmando su compromiso con el Acuerdo de París y fomentando la energía renovable.
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Este enfoque ha fortalecido la posición global del país en la lucha contra el cambio climático. Pero la nueva presidencia de Donald Trump podría revertir estos logros.
Retrocesos anticipados en políticas climáticas
- Desmantelamiento de regulaciones: Trump ha prometido eliminar regulaciones ambientales, afectando normativas de emisiones y protección de áreas naturales. Esto sería un golpe a las políticas que limitan la contaminación industrial, acelerando los efectos del cambio climático.
- Desinversión en energía renovable: Trump ha mostrado una clara preferencia por los combustibles fósiles, debilitando el respaldo a energías limpias, lo que afectaría a la economía sostenible y aumentaría la dependencia del petróleo.
Efecto Global y pérdida de liderazgo climático
Si Trump abandona acuerdos climáticos internacionales, EE.UU. perdería liderazgo en la cooperación global, alentando a otros países a reducir su compromiso con la sostenibilidad.
Expertos como Bill McKibben de 350.org advierten que este cambio sería devastador para la agenda climática, ya que la acción estadounidense es crucial para limitar el calentamiento global.
Con una nueva administración Trump, EE.UU. corre el riesgo de retroceder en su lucha contra el cambio climático, comprometiendo tanto el futuro ambiental del planeta como su papel como líder global.
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