
archivo: el solidario dando voz a los que no la tienen
A pesar de décadas de campañas antitabaco, 9 millones de personas en España continúan fumando. En respuesta, las tabacaleras han desarrollado productos como cigarrillos electrónicos y dispositivos de tabaco calentado, promocionándolos como alternativas menos dañinas. Sin embargo, organizaciones progresistas y de salud pública cuestionan la eficacia y seguridad de estas opciones.
TE PUEDE INTERESAR:
Empresas como Philip Morris International han invertido más de 12.000 millones de dólares en investigación y desarrollo de productos sin humo desde 2008, con el objetivo de que para 2030, dos tercios de sus ingresos provengan de estas alternativas.
No obstante, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) advierte que los cigarrillos electrónicos y los dispositivos de tabaco calentado pueden ser perjudiciales para la salud, señalando efectos tóxicos sobre el sistema cardiovascular y respiratorio, así como potenciales efectos carcinogénicos.
Además, el Ministerio de Sanidad ha señalado que, aunque estos dispositivos se promocionan como una alternativa para dejar de fumar, no cuentan con evidencia científica libre de conflictos de interés que confirme su efectividad y seguridad como tratamiento para la cesación del consumo de tabaco.
Desde una perspectiva progresista, es esencial priorizar la salud pública y la protección de los consumidores. La Organización Mundial de la Salud ha enfatizado que todas las formas de consumo de tabaco son dañinas, incluidos los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco calentado.
En lugar de depender de soluciones propuestas por la industria tabacalera, se aboga por fortalecer las políticas de control del tabaquismo, como la ampliación de espacios sin humo, el aumento de impuestos al tabaco y la promoción de programas de cesación basados en evidencia. La reciente propuesta de la Comisión Europea para prohibir fumar en terrazas y otros espacios públicos, incluyendo los cigarrillos electrónicos, es un paso en la dirección correcta para proteger la salud de la ciudadanía.
Es fundamental que las estrategias para reducir el tabaquismo se basen en evidencia científica independiente y prioricen el bienestar de la población, evitando caer en tácticas de marketing que puedan perpetuar la adicción y los daños asociados al consumo de tabaco.
Síguenos en nuestras redes sociales @elsolidariorg / X: @X_ElSolidario y en nuestro canal de Whatsapp El Solidario; Instagram : @elsolidariorg TikTok: @elsolidarionews; Facebook: @ElSolidario