Fausto 
Archivo/El Solidario. El aumento de la edad de jubilación es un golpe especialmente duro para quienes desempeñan trabajos físicos o tienen trayectorias laborales discontinuas.
Con el nuevo año, el horizonte de la jubilación en España se extenderá aún más: en 2025, la edad legal para retirarse subirá a 66 años y ocho meses, siempre que no se hayan acumulado al menos 37 años y nueve meses de cotización, requisito para jubilarse a los 65 años.
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Este ajuste, anunciado por el Gobierno, forma parte de una estrategia para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones en un país donde la población envejece rápidamente. A pesar de las subidas en las pensiones mínimas y no contributivas, por encima del 2,8%, muchos se preguntan si esta medida es una solución o una carga injusta para los trabajadores.
El aumento de la edad de jubilación es un golpe especialmente duro para quienes desempeñan trabajos físicos o tienen trayectorias laborales discontinuas. Trabajadores de la construcción, agricultores o empleados de la hostelería, sectores que demandan un enorme esfuerzo físico, serán los más afectados por esta prolongación de la vida laboral.
Más desigualdad y precariedad social
¿Cómo se espera que alguien con más de seis décadas de vida continúe cargando ladrillos o trabajando jornadas extenuantes en una cocina?
Además, esta medida se anuncia en una realidad donde la precariedad laboral y los salarios bajos son la norma. En lugar de abordar las raíces del problema, como la desigualdad en los ingresos o la evasión fiscal de las grandes corporaciones, el peso de las reformas recae, una vez más, sobre las clases trabajadoras.
El debate también toca a las generaciones más jóvenes. Con sueldos que apenas permiten ahorrar y carreras profesionales inestables, es incierto si podrán alcanzar los años de cotización necesarios para acceder a una jubilación digna. Mientras tanto, las empresas continúan despidiendo a trabajadores mayores de 50 años, incrementando el paro y reduciendo la cotización a la Seguridad Social.
La sostenibilidad del sistema de pensiones no puede lograrse únicamente a costa de prolongar la vida laboral. Es necesario reformar el sistema fiscal, combatir el fraude y redistribuir los recursos de manera equitativa.
¿Es esta la mejor solución para un problema estructural, o estamos hipotecando el futuro de millones de trabajadores en nombre de una sostenibilidad mal entendida? Te leemos en los comentarios.
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‼️ Casi 10,3 millones de pensiones contributivas de Seguridad Social subirán un 2,8% en 2025
— Ministerio Inclusión Seguridad Social Migraciones (@inclusiongob) December 13, 2024
➡️Casi 600 € más/año para una pensión media de jubilación y 500 €, para la del sistema
⚖️La revalorización anual está garantizada por ley desde 2021
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