Fausto 
El Solidario: Este 7 de marzo, los sindicatos convocaron a diferentes protestas por las malas condiciones laborales en El Corte Inglés.
Este viernes 7 de marzo marcará el inicio de una nueva ola de protestas en El Corte Inglés, convocadas por los sindicatos CGT, LAB e Intersindical Valenciana, que denuncian las precarias condiciones laborales de los trabajadores de la empresa.
Esta movilización no es un hecho aislado, sino la continuación de una lucha que ya demostró su fuerza durante el inicio de las rebajas, cuando miles de empleados alzaron la voz contra la explotación laboral y la falta de avances en la negociación del convenio colectivo.
El descontento de los trabajadores se centra en la precariedad laboral, los bajos salarios y la falta de conciliación familiar.
El Corte Inglés no escucha, solo dilata
La empresa, lejos de ofrecer soluciones, ha optado por dilatar los tiempos, respondiendo a las demandas sindicales con vagas promesas de espera hasta la renovación del convenio.
La realidad es que la situación laboral en El Corte Inglés refleja un problema estructural en el sector del comercio: un modelo de negocio basado en la reducción de costos a costa de los derechos de los trabajadores.
Los sindicatos han denunciado que, a pesar de los beneficios millonarios de la empresa, la plantilla sigue sin recibir mejoras salariales ni garantías de estabilidad.
La respuesta de la empresa a las movilizaciones del 7 de marzo será crucial para determinar el rumbo de esta lucha. Sin embargo, si El Corte Inglés persiste en su indiferencia, el conflicto podría escalar, con una mayor implicación de la sociedad y un desgaste de la imagen corporativa.
La dignidad laboral no es negociable, y los trabajadores han dejado claro que no están dispuestos a esperar eternamente por un cambio que debería ser inmediato.
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