
Archivo: el solidario. Policía pidiendo documentación
Parece que Europa y el mundo supuestamente civilizado están olvidándose por completo de los derechos humanos y siendo vencidos por un miedo y una arrogancia que no puede conducir más que a una guerra y a un odio visceral de destrucción.
Así, se olvida la vieja Europa que los inmigrantes que hoy llegan (si es que lo consiguen) a nuestras fronteras o a nuestras costas, antes fueron colonizados por los países que la componen. No en vano, hablan francés, portugués, italiano, español o inglés.
Pero en esta realidad donde se aplauden los discursos que atentan a la sensibilidad, los inmigrantes pasan a ser meros números, indocumentados, parias y ladrones.
Triste es ver lo poco que muchos habitantes de Europa vemos. Porque las estadísticas dejan claro que sin su presencia en nuestros territorios, la natalidad sería negativa y nuestra capacidad para enriquecernos de otras culturas, comidas, músicas y arte, pues se vería claramente mermada.
Y ahora Francia sigue a Trump
El ministro de Interior francés, Bruno Retailleau, ha anunciado el despliegue de 4.000 policías en una operación contra la inmigración irregular en estaciones de trenes y de autobuses en todo el país.
«Quiero decir en los términos más enérgicos y definitivos que los clandestinos no son bienvenidos en Francia», declaró Retailleau
Retailleau, recién elegido como nuevo líder del partido tradicional de la derecha Los Republicanos, ha convertido su lucha implacable contra la inmigración irregular en su peculiar caballo de batalla y como catapulta para su campaña para la presidenciales del 2027, en competencia directa con la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen.
Además el líder derechista, es también el ministro mejor valorado por su mano dura contra la inmigración y el narcotráfico, guiado por el principio de «restablecer el orden» y criticado por sus excesos verbales como el de «la mexicanización de la frontera» con España.
El despliegue afecta no solo a la policía, sino a los agentes de aduana y a los soldados adscritos a la Operación Centinela, creada hace 10 años para aumentar la protección contra el terrorismo y cuya presencia intimidatoria (fuertemente armados) es habitual en las estaciones francesas.
En un comunicado enviado a las comisarías de todo el país, el Ministerio de Interior ha impartido instrucciones para reforzar «el control de los trenes con destino a las grandes metrópolis francesas y a los países vecinos, tanto de llegada como de salida».
Retailleau confirmó que la «operación nacional de control de los flujos» arrancó de hecho el 20 de mayo y se tradujo en un aumento del 28% en las detenciones de «extranjeros en situación irregular» hasta llegar las 750 diarias.
La inmigración irregular, con consignas al más puro estilo Donald Trump, se convirtió de hecho en el tema prioritario durante la reciente campaña por el liderazgo de Los Republicanos.
El rival de Retailleau, Laurent Wauquiez, propuso incluso «encerrar» a los extranjeros pendientes de deportación en el archipiélago de San Pedro y Miquelón, el último vestigio del imperio colonial francés en Norteamérica junto a las costas de Terranova: «Se trata de un territorio muy frío y eso llevaría a la gente a reflexionar».