Aunque la autopsia preliminar de Raquel no muestra signos de violencia, se investiga si este es un nuevo crimen machista.
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La Guardia Civil ha encontrado el cadáver de Raquel B.L., de 54 años, en un zulo dentro de su vivienda en Villalbilla, Madrid. Su marido, quien denunció su desaparición el 3 de septiembre, ha sido detenido como principal sospechoso. Aunque la autopsia preliminar no muestra signos de violencia, se investiga si este es un nuevo crimen machista. Este caso vuelve a poner en evidencia la insuficiente protección a las mujeres que, como Raquel, quedan fuera de los sistemas de alerta. “La investigación sugiere que la muerte podría deberse a la ingesta de medicamentos”, afirmó Fran Martín Aguirre, delegado del Gobierno en Madrid.
El marido aseguró que Raquel había salido a visitar a su madre en Griñón, pero la investigación reveló que nunca llegó a su destino. Las contradicciones en su relato encendieron las alarmas y, con una orden judicial, los agentes registraron la vivienda. En una habitación insonorizada, similar a un zulo, encontraron el cuerpo de Raquel en la cama, con espuma en la boca y blísteres de pastillas cerca. Raquel había sido invisible para el sistema de protección; nunca denunció ni estaba inscrita en el sistema Viogén.
La fallida protección institucional
A pesar de no haber denuncias previas por violencia de género, este caso es una llamada de atención. ¿Cuántas Raqueles deben morir sin que el sistema las proteja? Las autoridades examinan ahora el móvil de la víctima y otras pruebas para esclarecer si se trata de un homicidio. Raquel, además, había tenido dos intentos de suicidio previos, lo que añade complejidad al caso. Sin embargo, cada vez más voces exigen no desviar la mirada: ¿se trató de un suicidio o de un caso de violencia machista silenciada?
“La autopsia no muestra signos de violencia física, pero el análisis toxicológico es clave para determinar las causas de la muerte”, dijeron fuentes cercanas al caso. Mientras tanto, el Ministerio de Igualdad sigue recabando información para decidir si Raquel se suma a las estadísticas de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. Con 1.279 mujeres asesinadas desde 2003, ¿qué más hace falta para proteger a las víctimas antes de que sea demasiado tarde?
Más allá de las cifras
Este trágico suceso es la posible cuarta muerte por violencia machista en Madrid en 2024, elevando a 35 el número de mujeres asesinadas en lo que va de año. Raquel, que nunca denunció, podría ser una más en la lista de las que el sistema no logró proteger. Desde 2003, un total de 1.279 mujeres han muerto a manos de sus parejas o exparejas, pero detrás de cada número hay una vida, una historia silenciada.
La Guardia Civil mantiene la investigación abierta, pero la pregunta sigue en el aire: ¿por qué seguimos fallando? Las muertes no solo son cifras, son testimonios de un sistema que no alcanza a proteger a todas las mujeres. La tragedia de Raquel no puede quedar en el olvido; cada caso es una urgente llamada de atención sobre la violencia machista que sigue cobrándose vidas.
¿Qué más debería hacer el sistema para proteger a las mujeres de la violencia machista? Deja tu opinión y comparte este artículo para concienciar sobre esta tragedia.
Fuente: 20minutos