
Archivo/ELSOLIDARIO. Desde hace años, el gobierno de Orbán ha endurecido su retórica y sus políticas contra la comunidad LGTBIQ+ en Hungría.
La celebración del Día del Orgullo en Parla ha generado un intenso debate político, enfrentando a partidos progresistas y conservadores sobre la visibilidad y derechos del colectivo LGTBIQ+ en el municipio.
El Ayuntamiento de Parla, gobernado por una coalición progresista, ha organizado actos para conmemorar el 28J, incluyendo la izada de la bandera arcoíris y actividades culturales. Sin embargo, sectores conservadores han criticado estas iniciativas, tachándolas de «adoctrinamiento» y reclamando su cancelación.
Esta controversia refleja una división social más amplia en España, donde los derechos LGTBIQ+ siguen siendo un campo de batalla político. Mientras ciudades como Madrid o Barcelona refuerzan su compromiso con la diversidad, municipios como Parla enfrentan resistencias. Medios locales destacan que la Conmemoración del Orgullo ha movilizado tanto a defensores como a detractores, polarizando la opinión pública.
Organizaciones como FELGTB han defendido la importancia de estos actos, recordando que la visibilidad LGTBIQ+ es clave para combatir la discriminación. «Celebrar el Orgullo no es solo una fiesta, es una reivindicación de derechos», señaló un portavoz.
El debate en Parla invita a una reflexión: en un país pionero en derechos LGTBIQ+, ¿por qué siguen siendo necesarias estas luchas locales? La respuesta, quizá, esté en que la igualdad real aún es una asignatura pendiente.
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