La represión de los derechos de las mujeres en Afganistán tiene consecuencias devastadoras para las generaciones futuras.
En los últimos tres años, las mujeres han perdido derechos fundamentales, siendo relegadas a roles extremadamente limitados en la sociedad. Si antes tenían la posibilidad de aspirar a cargos importantes; hoy en día muchas no pueden siquiera acudir al mercado sin restricciones.
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La exclusión de las mujeres de la vida pública
Actualmente, ninguna mujer en Afganistán ocupa un puesto de liderazgo con influencia política, ni a nivel nacional ni provincial. Esta exclusión afecta gravemente otros aspectos de la vida social; y limita su participación en la toma de decisiones que impactan sus comunidades y familias. Según ONU Mujeres, el 98% de las mujeres afganas siente que su capacidad de influir en decisiones importantes es nula o muy limitada.
El retroceso en los derechos de las mujeres ha creado un panorama desesperanzador. Las encuestas muestran un impacto devastador en la salud mental. El 68% de las mujeres evalúa su salud mental como mala o muy mala. Incluso se han registrado intentos de suicidio entre mujeres y niñas como consecuencia de la opresión y las condiciones de vida.
Impacto en la educación y la salud de las niñas
Las restricciones impuestas por los talibanes también afectan gravemente el acceso a la educación. Más de 1,1 millones de niñas podrían quedarse sin escolarizar para 2026, según ONU Mujeres. Asimismo, unas 100.000 mujeres afganas no podrán acceder a la universidad. Estas prohibiciones tienen consecuencias graves para el futuro del país.
El incremento de la maternidad precoz es uno de los efectos más alarmantes de la falta de educación, con proyecciones que apuntan a un aumento del 45% en la tasa de maternidad temprana. Esta situación también elevará el riesgo de mortalidad materna en al menos un 50%.
El camino por recorrer: Resistencia y solidaridad internacional
ONU Mujeres ha advertido que las restricciones impuestas por los talibanes afectarán a las generaciones futuras, perpetuando un ciclo de pobreza, exclusión y violencia. La comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de apoyar a las mujeres afganas. Es importante financiar organizaciones lideradas por féminas en Afganistán, crear programas que inviertan en su resiliencia y garantizar espacios donde puedan expresar sus preocupaciones.
El destino de las mujeres en Afganistán es crucial para el futuro de los derechos de las mujeres en todo el mundo. No podemos abandonar su lucha. Si lo hacemos, perderemos nuestro fundamento moral para defender los derechos de las mujeres en cualquier lugar del planeta.
Fuente: Prensa Latina