
Alima y su hija Lamina, ganadora de la medalla de oro en Juegos Olímpicos en Berlín / El Solidario
En Camerún, una mujer transforma su dolor personal en una lucha colectiva por la inclusión de niños con discapacidad, demostrando el poder de la solidaridad femenina en África y el mundo.
Una misión
Alima Ngoutme, originaria de Camerún, es la fundadora y presidenta de la asociación Mirando por África. Su compromiso con la inclusión social de niños y niñas con discapacidad nació desde su experiencia personal, ya que su primera hija tiene autismo. Lo cual la llevó a comprender las barreras que enfrentan estos menores en su país natal.
La falta de apoyo y recursos para las familias con niños en esta situación en Camerún. Fue este desafío el que la llevó a tomar acción y convertirse en una activista por la inclusión social de la infancia con discapacidad.
De Camerún a España, un camino de aprendizaje
Con el objetivo de mejorar las oportunidades para su hija y ayudar a otros niños en su misma situación, Alima decidió trasladarse a España. Ha tenido que atravesar el desierto y pasar por Nigeria, Benín, Burkina Faso, Malí y Mauritania, en una travesía de nueve meses.
Luego desde Marruecos llegó a nado a Ceuta, se despertó en el hospital y la trasladaron al Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI).
En el nuevo país encontró un sistema sanitario y educativo con más recursos para los niños con discapacidad, pero también enfrentó barreras como el racismo estructural y la falta de apoyo para madres migrantes. Sin embargo, en su paso ha podido formarse, crear redes de apoyo y fortalecer su compromiso con la causa.
Mirando por África: solidaridad femenina en acción
Tras su experiencia en España, Ngoutme fundó la organización Mirando por África, con la que busca dar visibilidad y apoyo a los niños con discapacidad en Camerún. Su trabajo no solo se centra en la infancia, sino también en sus madres, quienes muchas veces enfrentan discriminación y abandono.
Ya que en gran parte de la sociedad africana, al tener un hijo discapacitado, son consideradas «media mujer». De modo que la solidaridad femenina es la base de su iniciativa, creando una comunidad de mujeres que se apoyan mutuamente para salir adelante.
La historia de Alima Ngoutme es un recordatorio de que el cambio comienza con la acción de una persona decidida a romper barreras. En entrevistas ella afirmó que: «La cooperación es blanca y es un negocio. Si la cooperación fuera verdad, ninguna mujer ni ningún niño africano estaría en casa sin educación o sin acceso al agua«.
Entonces, decidió fundar su propia asociación. Su lucha por la inclusión social demuestra que, con redes de apoyo y compromiso, es posible construir un futuro más justo e inclusivo en África y en el mundo.
El 2 de abril de 2025, será la primera marcha en Leganés -sitio de fundación de Mirando por África- coincidiendo con el Día del Autismo. Se espera el apoyo de los vecinos y que concurran medios para difundir el mensaje de inclusión.
MUY INTERESANTE: