
Archivo/El Solidario. Macron, quien buscaba consolidar el centro político, se ha convertido en un actor secundario en su propio país.
En apenas tres meses, la decisión del presidente Emmanuel Macron de adelantar elecciones legislativas bajo la bandera de la «clarificación política» ha generado un resultado devastador: una crisis política profunda que amenaza con sumir a Francia en un caos aún mayor.
Te puede interesar: La oposición de Corea del Sur avanza hacia la destitución del presidente por decretar la ley marcial
La medida, justificada como un intento de desbloquear un Parlamento fragmentado, terminó fortaleciendo a una derecha que ahora se divide entre el conservadurismo tradicional y una extrema derecha cada vez más influyente.
Macron, quien buscaba consolidar el centro político, se ha convertido en un actor secundario en su propio país. Los resultados de las elecciones han reflejado un avance significativo de la extrema derecha liderada por figuras como Marine Le Pen y Jordan Bardella, quienes han sabido capitalizar el descontento social.
Se rompió el “cordón sanitario”
Esta situación ha erosionado el llamado «cordón sanitario», que históricamente aislaba a las fuerzas de ultraderecha del poder institucional en Francia. El impacto de este cambio político trasciende fronteras. Una Francia con un Parlamento inoperante no solo afecta su estabilidad interna, sino que debilita su papel como líder en la Unión Europea.
Además, el ascenso de la extrema derecha, con discursos antiinmigración y antiglobalización, reaviva el miedo a una Europa cada vez más fragmentada y polarizada.
Desde una perspectiva progresista, el fracaso de Macron evidencia los peligros de jugar con las reglas de la derecha para obtener ventajas temporales. En lugar de consolidar una agenda centrada en la justicia social, el bienestar común y la sostenibilidad, el giro hacia políticas moderadamente conservadoras ha alienado tanto a los votantes progresistas como a sectores populares que exigen un cambio estructural.
Francia enfrenta ahora una encrucijada: o reconstruye un frente progresista que defienda la democracia y los derechos humanos o cae aún más en manos de una extrema derecha normalizada.
Este momento exige unidad y propuestas audaces que den voz a quienes el sistema ha marginado, porque el futuro de Europa podría depender del rumbo que tome Francia en los próximos meses.
¿Piensas que el poder político de Macron se acabó? ¿Cuál piensas que puede ser el futuro de Francia? Te leemos en los comentarios.
Síguenos en nuestras redes sociales @elsolidariorg / X: @X_ElSolidario y en nuestro canal de Whatsapp El Solidario