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Imagen: infolibre.es. El Solidario. Labores de extinción del incendio forestal del 13 de septiembre en Barcheta, Valencia.
El cambio climático está alterando profundamente los bosques de España, favoreciendo la proliferación de especies arbóreas más susceptibles a incendios forestales.
Este fenómeno, combinado con el abandono rural, incrementa la frecuencia y severidad de los incendios, poniendo en riesgo tanto a la biodiversidad como a las comunidades locales.
Las elevadas temperaturas y las sequías prolongadas, consecuencias directas del cambio climático, han intensificado la aridez del suelo y la inflamabilidad de la vegetación.
Estas condiciones extremas facilitan la propagación de incendios de alta intensidad, que arrasan vastas áreas forestales en poco tiempo.
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Según Greenpeace, desde 1962 hasta 2019, se han abandonado casi 4 millones de hectáreas de tierras de cultivo en España, lo que ha llevado a un aumento de la superficie forestal sin una gestión adecuada, creando paisajes más vulnerables al fuego.
Causas de la modificación de nuestros bosques
El éxodo rural ha dejado extensas zonas sin el mantenimiento tradicional que realizaban agricultores y ganaderos. La falta de actividades agropecuarias ha permitido que los bosques crezcan sin control, acumulando biomasa que actúa como combustible en caso de incendio.
Expertos señalan que el abandono del medio rural es una de las principales causas de los incendios en España, ya que los campos sin cultivar son rápidamente colonizados por vegetación que, al secarse, se convierte en material altamente inflamable.
Medidas que podemos tomar
Para mitigar estos efectos devastadores, es esencial implementar estrategias integrales que aborden tanto la prevención como la gestión de incendios.
Fortalecer el medio rural es crucial; revitalizar la agricultura y la ganadería tradicionales puede reducir la acumulación de combustible vegetal.
Además, promover prácticas de selvicultura preventiva y gestionar activamente las masas forestales disminuye la vulnerabilidad al fuego.
Greenpeace destaca la necesidad de invertir en la creación de comunidades resilientes, capacitándolas y fortaleciéndolas ante la emergencia climática, para que tengan un papel relevante en la prevención y mitigación de incendios forestales.
La educación y la concienciación social de la mano
La educación y la concienciación también desempeñan un papel fundamental. Campañas dirigidas a sensibilizar a la población sobre la importancia de mantener prácticas sostenibles y de prevención de incendios pueden marcar la diferencia.
Por ejemplo, iniciativas que promueven la compatibilidad entre actividades humanas y la conservación de especies protegidas, como la campaña lanzada por las Federaciones de Caza y la Fundación Oso Pardo, buscan sensibilizar a los cazadores sobre la importancia de desarrollar la caza sin perjudicar la conservación del oso pardo.
Por tanto, enfrentar el desafío de los incendios forestales en España requiere una combinación de políticas que aborden el cambio climático, la revitalización del medio rural y la gestión sostenible de los bosques.
Solo a través de un enfoque holístico se podrá garantizar la protección de nuestros ecosistemas y la seguridad de las comunidades que dependen de ellos.
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