
Archivo/ELSOLIDARIO Prueba de la EBAU.
Las universidades públicas de Canarias, la Universidad de La Laguna (ULL) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), enfrentan una crisis financiera que amenaza su funcionamiento básico. A pesar de que el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, afirma que «tienen más financiación que nunca», los rectores de ambas instituciones sostienen que el incremento presupuestario es insuficiente para cubrir necesidades esenciales como las subidas salariales y la inflación en suministros.
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Financiación insuficiente
Clavijo, ha defendido que las universidades públicas de las islas “tienen más financiación que nunca”, argumentando que el Ejecutivo ha aumentado progresivamente los presupuestos. Para 2025, la Universidad de La Laguna (ULL) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) recibirán 274,1 millones de euros, apenas 10 millones más que el año anterior, pese a que ambas instituciones habían solicitado un incremento de 23 millones para afrontar subidas salariales y costos de suministros.
Clavijo ha señalado que la pandemia de la covid-19 evidenció debilidades en el sistema universitario y, por ello, el Gobierno ha replanteado estrategias para implicar a las universidades en la recuperación y en la planificación de respuestas ante futuras emergencias. No obstante, los rectores consideran insuficiente el presupuesto asignado, lo que podría afectar la calidad de la educación y la investigación en el archipiélago.
En el proyecto de Ley de Presupuestos del Gobierno de Canarias para el próximo año, se contempla un aumento de apenas 2,8 millones de euros para las universidades públicas. Según Roberto Moreno, gerente de la ULPGC, esta cifra es insuficiente para cubrir siquiera el incremento salarial establecido por el Gobierno de España para los empleados públicos. Además, la inflación ha elevado los costos de suministros básicos de laboratorio, afectando directamente la calidad de la docencia y la investigación.
Los rectores Lluís Serra (ULPGC) y Francisco J. García (ULL) han expresado en una carta conjunta su decepción ante estos presupuestos, señalando que, en términos reales, se produce un recorte en la capacidad de gasto de las universidades. Esto podría implicar recortes presupuestarios superiores al 10% en distintas unidades, comprometiendo la calidad educativa y la investigación.
Sin una financiación adecuada, no solo se pone en riesgo la calidad educativa, sino también el futuro socioeconómico de Canarias. El Gobierno canario y las instituciones académicas deben trabajar conjuntamente para asegurar una financiación sostenible que garantice la excelencia y accesibilidad de la educación superior en las islas.
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