El Hotel Algarrobico, una construcción ilegal que se levanta en pleno Parque Natural Cabo de Gata de la costa almeriense, sigue desafiando la justicia y la conciencia colectiva.
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Años de impunidad en el corazón de un paraíso natural
A pesar de que desde hace más de una década existen sentencias judiciales claras que ordenan su demolición, este gigante de hormigón permanece en pie, simbolizando la impunidad y la falta de voluntad política para proteger el patrimonio natural de España.
La historia de este hotel comenzó en 2003, cuando se aprobó un proyecto de construcción de un hotel de 411 habitaciones en un terreno protegido y declarado zona ambientalmente sensible. La edificación vulnera no solo las leyes españolas, sino también las normativas europeas.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea emitió varias sentencias en las que ordenaba la anulación de los permisos y la demolición del hotel. Sin embargo, a pesar de la presión internacional y la condena judicial, el complejo sigue siendo un obstáculo para la recuperación del paisaje natural y un claro ejemplo de la debilidad de la justicia ambiental.
Desafíos para la justicia y el medio ambiente
Con más de 20 años de litigios, el caso del Algarrobico pone en evidencia las deficiencias del sistema judicial y las dificultades de aplicar las leyes de protección ambiental en España. Las múltiples demoras judiciales y la falta de acción política han dejado a los activistas medioambientales y a la ciudadanía sin respuestas claras. Mientras tanto, el hotel continúa afectando la biodiversidad de la zona y obstaculiza los esfuerzos de conservación de uno de los paisajes más valiosos del país.
¿Hasta cuándo seguirá el Estado permitiendo que este símbolo de «ilegalidad» destruya el equilibrio natural de un lugar tan emblemático?
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