Fausto 
El Solidario. La Ley de Eutanasia en España entró en vigor desde 2021.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha corregido a una jueza y ha determinado que un padre sí puede recurrir la eutanasia de su hijo, a pesar de que la decisión ya había sido avalada por un equipo médico.
Este fallo reaviva un debate que en realidad ya estaba zanjado: el derecho a una muerte digna no puede quedar a expensas de consideraciones personales o emocionales, sino que debe estar garantizado como una decisión individual respaldada por la ley y la ciencia.
La Ley de Eutanasia en España, en vigor desde 2021, establece un marco claro y garantista para quienes desean ejercer este derecho. No es un capricho ni una resolución tomada a la ligera. Implica un proceso riguroso con varias valoraciones médicas, consultas y revisiones.
En este caso, los especialistas habían confirmado que el paciente cumplía con los requisitos. Sin embargo, el fallo del TSJ de Cataluña introduce una sombra de duda y concede a la familia una potestad que no le corresponde: la de anular una decisión basada en criterios médicos y legales.
El problema de este pronunciamiento judicial es que abre una peligrosa puerta a la vulneración de derechos individuales en nombre de la moralidad ajena. Un progenitor puede amar profundamente a su hijo, pero eso no le otorga derecho a decidir sobre su sufrimiento.
La autodeterminación del paciente debe prevalecer por encima de cualquier otro criterio externo. De lo contrario, nos arriesgamos a que este derecho se convierta en una pelea judicial interminable, en la que las creencias o la resistencia emocional de terceros impidan la voluntad de quienes desean evitar una vida de dolor insoportable.
En una sociedad que se dice moderna y garantista, no se puede permitir que el acceso a una muerte digna dependa del arbitrio de los familiares. La eutanasia es un derecho individual, no una decisión colectiva. La justicia debería entender que no está para dictar moral, sino para garantizar la libertad y la dignidad de las personas hasta el último momento de sus vidas.
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