La muerte de Samuel Luiz en 2021 conmocionó a la sociedad española, pero también abrió una grieta en el tratamiento mediático de su asesinato.
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Mientras colectivos LGTBI y movimientos sociales denunciaban el crimen como un ataque homófobo, sectores de la derecha liderados por figuras como Santiago Abascal (Vox), el polémico Alvise Pérez y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, han sido señalados por su papel en la banalización del caso, mediante la difusión de bulos y mensajes que restaban importancia a la motivación homófoba detrás del asesinato.
Abascal y Ayuso han utilizado sus plataformas políticas para poner en duda la relevancia de los crímenes de odio en el contexto español, especialmente cuando afectan a minorías.
Vox, el partido de Abascal, ha sido particularmente activo en negar que el asesinato de Samuel tuviera tintes homófobos. Por su parte, Ayuso, aunque sin negar directamente el crimen, ha adoptado una postura que ignora las dimensiones sociales y políticas del asesinato, minimizando su impacto.
Alvise Pérez, conocido por su constante uso de las redes sociales para lanzar campañas de desinformación, ha jugado un papel fundamental en este caso. Con publicaciones que intentan cambiar la narrativa del crimen, ha creado una corriente de opinión entre sus seguidores que desvirtúa la realidad del asesinato, tratando de presentarlo como un acto violento más, despojado de cualquier sesgo de odio.
Lo más preocupante es cómo estos mensajes han calado en sectores de la sociedad, donde el discurso del odio se ve amplificado. Al banalizar el asesinato de Samuel Luiz y negarle su carácter de crimen homófobo, se invisibiliza la violencia sistémica que sufren las personas LGTBI en España.
Este negacionismo no solo agrava la situación de vulnerabilidad de este colectivo, sino que legitima la violencia, al normalizar discursos que justifican o minimizan el impacto de los crímenes de odio.
La lucha contra la desinformación es vital en un contexto en el que líderes políticos como Abascal y Ayuso, junto a figuras influyentes como Alvise Pérez, tienen la capacidad de modelar la opinión pública y desviar la atención de los verdaderos problemas sociales que aquejan a las minorías.
¿Qué opinas de la manipulación de la información como arma política? Déjanos tu opinión en los comentarios.
Fuentes: Público, El Diario, La Marea