Irán ejecutó a 29 personas en un solo día, según ONG de derechos humanos

Irán ejecutó a 29 personas en un solo día, incluidas 26 en una ejecución colectiva en la prisión de Ghezel Hesar, según la ONG Iran Human Rights. Mahmood Amiry-Moghaddam, director de IHR, advirtió que sin una respuesta internacional, la República Islámica podría ejecutar a cientos más en los próximos meses.

Ebony Viola 8 de agosto de 2024

Ejecuciones colectivas en la prisión de Ghezel Hesar

El 7 de agosto de 2024, Irán llevó a cabo la ejecución de 29 personas, incluidas 26 en una ejecución colectiva en la prisión de Ghezel Hesar, ubicada en Karaj, cerca de Teherán. Las personas ejecutadas estaban condenadas por delitos graves como asesinato, narcotráfico y violación, según la ONG Iran Human Rights (IHR).

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Detalles de las ejecuciones

Otras organizaciones de derechos humanos, como Human Rights Activists News Agency (HRANA) y el Centro por los Derechos Humanos en Irán (CHRI), confirmaron al menos 20 ejecuciones en Karaj. Irán es el segundo país del mundo con más ejecuciones anuales, solo detrás de China.

Este año, el país ha ejecutado 313 personas, y la última ejecución colectiva de tal magnitud no ocurría desde 2009. Mahmood Amiry-Moghaddam, director de IHR, advirtió que sin una respuesta inmediata de la comunidad internacional, la República Islámica podría ejecutar a cientos más en los próximos meses.

“Sin una respuesta inmediata de la comunidad internacional, cientos de personas podrían ser víctimas de la máquina de matar de la República Islámica en los próximos meses”, advirtió Mahmood Amiry-Moghaddam, director de la ONG.

Contexto político y social

Activistas sostienen que el régimen iraní utiliza la pena de muerte como herramienta de represión tras las protestas de 2022, que surgieron a raíz de la muerte de Mahsa Amini, una joven kurda detenida por violar el código de vestimenta femenina.

Además, el 6 de agosto, Gholamreza Rasaei fue ejecutado en Kermanshah, condenado por el asesinato de un coronel de la Guardia Revolucionaria. Su ejecución, realizada en secreto, fue un ejemplo más de la represión política del régimen iraní. La familia de Rasaei fue obligada a enterrar el cuerpo en una ubicación remota, y Anistía Internacional denuncia la sentencia como una confesión obtenida bajo tortura.

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