
Cartel de Hazte Oír contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el que se le tilda de corrupto. Foto: Claudio Álvarez
Tras la retirada de la polémica lona de Hazte Oír que calificaba de «corrupto» al presidente Pedro Sánchez, la organización ultraconservadora ha intensificado su campaña desplegando camiones con pantallas LED que exhiben el mismo mensaje por las calles de Madrid, desafiando la orden judicial que consideró la pancarta «claramente lesiva» para la reputación del mandatario.
El pasado 20 de mayo, bomberos del Ayuntamiento de Madrid, con apoyo de la Policía Nacional, retiraron una lona gigante instalada por Hazte Oír en un edificio frente al Congreso de los Diputados, que mostraba una imagen de Pedro Sánchez con la palabra «corrupto».
La medida fue ordenada por el Juzgado de Instrucción Número 9 de Madrid, al considerar que la pancarta suponía un «exceso en el ejercicio de la libertad de expresión» y era «claramente lesiva» para la reputación del presidente.
La comunidad de propietarios del edificio denunció que, aunque existía un contrato para instalar publicidad durante las obras, no fueron informados del contenido político de la lona y solicitaron su retirada inmediata por incumplimiento contractual.
En respuesta a la retirada, Hazte Oír ha desplegado dos camiones con pantallas LED que exhiben la misma imagen y mensaje de la lona, recorriendo las calles de Madrid, incluyendo las inmediaciones del Congreso de los Diputados. La organización ha anunciado que esta acción es solo el comienzo de una campaña más amplia para denunciar lo que consideran casos de corrupción en el entorno del presidente.
El PSOE ha anunciado que presentará nuevas denuncias contra Hazte Oír por estas acciones, y solicitará que la organización se haga cargo de los gastos municipales derivados de la retirada de la lona.
Este episodio reaviva el debate sobre los límites de la libertad de expresión y el respeto al derecho al honor en el ámbito político. Mientras las instituciones deben garantizar la libertad de manifestación, también es esencial que las expresiones públicas se realicen dentro del marco legal y con respeto a los derechos individuales, evitando acciones que puedan vulnerar la dignidad de las personas.