La Fundación Tomillo acompaña a personas vulnerables en Madrid, ofreciendo formación gratuita, orientación laboral y apoyo psicológico desde hace 40 años.
También puede interesar: Europa en crisis, ¿cómo retener a nuestros médicos?
Fátima El Mazoughi, ejemplo de superación
Fátima El Mazoughi, de 21 años, nacida en Nador (Marruecos) y residente en Madrid, encontró apoyo en la Fundación Tomillo. Su historia refleja la lucha por un futuro mejor. «Sentía que nadie creía en mí, excepto yo misma», cuenta Fátima. Desde niña, enfrentó retos culturales y familiares. Con la ayuda de Tomillo, pudo combinar trabajo y estudios, graduándose con honores.
Tomillo: 40 años de esperanza y oportunidades
La Fundación Tomillo ha ayudado a más de 200.000 personas en situación de vulnerabilidad. En 2023, asistió a 3.613 ciudadanos de barrios como Usera y Carabanchel, donde la tasa de abandono escolar y desempleo es alta. Carmen García de Andrés, presidenta de la fundación, destaca: «Permitimos a las personas soñar con su futuro».
Cristina Domínguez, de 32 años, también encontró en Tomillo el apoyo necesario. Con diagnóstico tardío de TDAH, logró superar las dificultades escolares y obtuvo un grado universitario y un máster. Hoy, Cristina dirige un centro psicopedagógico: «La neurodiversidad existe y el problema lo tiene quien no la comprende».
Programas integrales y gratuitos
La Fundación Tomillo ofrece programas de formación profesional, emprendimiento y liderazgo, orientación sociolaboral, refuerzo educativo y apoyo psicológico. Todo su servicio es gratuito, financiado tanto por fondos públicos como por colaboraciones privadas. «Trabajamos para que los chicos no abandonen, y si lo hacen, los recogemos y los acompañamos», dice García de Andrés.
Olga Plaza, de 18 años, descubrió Tomillo a través de su hermano. Realizó una FP de grado medio en Gestión Administrativa. «Me siento muy reforzada y mis notas han repuntado», afirma. Olga ahora se prepara para un ciclo superior de Marketing y Publicidad, gracias a las prácticas en Portugal.
Una red de apoyo fundamental
El éxito de Tomillo radica en su equipo de orientadores, trabajadores sociales y psicólogos. Fátima recuerda su experiencia con gratitud: «Gracias a Tomillo, fui por primera vez a la piscina a los 10 años. Me sentí libre y feliz».
El Mazoughi y Domínguez son ejemplos de cómo un voto de confianza puede cambiar vidas. Fátima concluye: «Qué fuerte fuiste para ser tan pequeña y haber pasado tanto tan sola».
¿Conoces historias similares de superación? Comparte tu opinión y experiencias en los comentarios. ¡Nos encantaría leerte!