Pide el fin de la represión y la creación de mesas de diálogo
Evo Morales, expresidente de Bolivia, anunció el viernes 1 de noviembre el inicio de una huelga de hambre con el objetivo de exigir un «diálogo de paz» con el gobierno de Luis Arce. «No queremos más derramamiento de sangre. Pedimos un diálogo sincero y un cuarto receso en los bloqueos», expresó Morales en sus redes sociales. Las protestas en apoyo al exlíder, que ya suman 20 días, han sido objeto de operativos policiales.
Lee además: Evo Morales no se presenta a declarar en Bolivia en investigación por supuesto abuso sexual
Acusaciones y denuncias complican su situación legal
Los seguidores de Morales demandan el fin de las investigaciones por presuntos delitos, incluyendo su relación con una menor en 2015. Recientemente, Morales no compareció a declarar en la Policía de Tarija, lo que podría derivar en una orden de arresto. La secretaria de Género de Cochabamba, Tatiana Herrera, presentó nuevas denuncias por tráfico de personas y abuso de menores, sumando cinco casos desde 2019. Morales ha tildado las acusaciones de fabricadas y políticamente motivadas.
Tensión creciente con el gobierno de Arce
La relación de Evo Morales con el presidente Luis Arce se ha deteriorado, al punto de considerarse una traición. Morales busca retomar el liderazgo del Movimiento Al Socialismo (MAS) para las elecciones de 2025, enfrentando desafíos legales y políticos mientras critica las políticas de Arce. La disputa se intensificó en 2023 con un congreso en Cochabamba, donde Morales calificó a los aliados de Arce de «traidores».
✅ Haz clic aquí para seguirnos en nuestras redes sociales y estar siempre bien informado: Instagram: @elsolidariorg / X: @X_ElSolidario