
REUTERS - Hatem Khaled/El Solidario. Bombardeos israelíes en Gaza.
El Gobierno de Pedro Sánchez vuelve a cruzar una línea roja. Mientras el mundo contempla con horror las imágenes de muerte y devastación en Gaza, el Ejecutivo español ha adjudicado o formalizado 40 contratos de compra de armamento a Israel desde octubre de 2023.
Nueve más están pendientes de cierre, según revela eldiario.es, con un importe total que supera los 1.000 millones de euros. Es una cifra tan escandalosa como inmoral, especialmente cuando la Corte Internacional de Justicia ha admitido que existen indicios razonables de que Israel podría estar cometiendo genocidio.
MUY INTERESANTE
La noticia no es solo una vergüenza ética. Es también una grave contradicción política. El Gobierno presume de estar comprometido con los derechos humanos, pero en la práctica se convierte en cómplice de una potencia ocupante que masacra a una población civil indefensa. ¿Cómo puede sostenerse un relato progresista mientras se fortalece el complejo militar-industrial israelí?
España no está obligada a comprar armas a un régimen que viola sistemáticamente el derecho internacional. Lo hace por decisión propia, en nombre de una supuesta “modernización” de la defensa. Pero no es defensa lo que se compra, sino silencio: el que otorga un cheque millonario mientras se bombardean hospitales, se asesinan niños y se destruye la infraestructura civil de todo un pueblo.
Ni la ministra de Defensa, Margarita Robles, ni el propio Sánchez han dado explicaciones convincentes. Mientras tanto, las organizaciones pacifistas, la sociedad civil y muchos socios parlamentarios del PSOE han alzado la voz contra esta infamia. Pero el negocio sigue.
Es urgente que se paralicen estas compras. España no puede ser cómplice de crímenes de guerra. No en nuestro nombre. El progresismo no se mide por los discursos, sino por las decisiones. Y esta es, sin duda, una de las más oscuras del actual mandato.
Basta de financiar el horror. Basta de armar al verdugo. La solidaridad con Palestina no puede ser solo simbólica: debe traducirse en hechos concretos. Y eso empieza por romper relaciones comerciales con la industria armamentística israelí.
Síguenos en nuestras redes sociales @elsolidariorg / X: @X_ElSolidario y en nuestro canal de Whatsapp El Solidario; Instragam: @elsolidariorg TikTok: @elsolidarionews; Facebook: @angelsolidario