
Archivo/ELSOLIDARIO.El suicidio en España en cifras.
En 2023, España registró 4.116 muertes por suicidio, lo que supone un descenso de 111 casos respecto a 2022, según datos del El Instituto Nacional de Estadística (INE).
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A pesar de esta leve mejora tras años de aumentos, el suicidio sigue siendo un problema grave, con un incremento del 12% en el último lustro, pasando de 3.671 fallecimientos en 2019 a la cifra actual. Este fenómeno complejo plantea interrogantes sobre las causas y la necesidad urgente de reforzar medidas de prevención para consolidar esta tendencia a la baja.
Según INE, el 74% de los 4.116 suicidios registrados en España correspondieron a hombres (3.044), frente a 1.072 mujeres, consolidando la «paradoja de género». Sin embargo, entre menores de 15 años se contabilizaron más casos entre niñas (siete) que niños (tres).
Datos provisionales del primer semestre de 2024 muestran una reducción de fallecimientos por esta causa (1.842 frente a 2.107 en 2023), aunque sigue siendo la principal causa externa de defunción masculina.
La tasa de suicidio en España refleja una preocupante desigualdad por género y edad. En 2023, se situó en 8,512 por cada 100.000 habitantes, siendo significativamente mayor en hombres (12,846) que en mujeres (4,348).
Entre adolescentes, las tasas de suicidio de chicas superan a las de chicos hasta los 15 años, pero después se invierten. En personas mayores, especialmente a partir de los 80 años, las cifras masculinas triplican o sextuplican la media nacional. Este patrón ha llevado al Gobierno a incluir estas poblaciones en su Plan Nacional de Prevención del Suicidio.
Plan nacional de acción
Aunque los datos provisionales del primer semestre de 2024 también indican una reducción, expertos advierten que podrían estar subestimados debido a la metodología de registro. El Gobierno trabaja en un Plan Nacional de Acción para la Prevención del Suicidio, incluyendo un observatorio que busca mejorar la vigilancia epidemiológica y optimizar las estrategias de intervención.
El descenso registrado este año genera esperanza, pero la persistencia de cifras elevadas subraya la urgencia de reforzar políticas de prevención, especialmente en colectivos vulnerables como adolescentes y ancianos, quienes requieren apoyo integral y acceso a recursos de salud mental.
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