
Ilustración: El Solidario. la Comunidad de Madrid ha sido señalada por priorizar a medios de comunicación de tendencia conservadora, dejando de lado a aquellos que mantienen una línea editorial más crítica o progresista.
La Comunidad de Madrid, presidida por Isabel Díaz Ayuso ha sido objeto de numerosas críticas por su polémica distribución de la publicidad institucional.
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Diversos informes y estudios han revelado que este reparto, lejos de ser equitativo y transparente, favorece a medios afines a la derecha, lo que ha levantado sospechas sobre un uso discrecional de los fondos públicos para beneficiar a medios afines ideológicamente.
El reparto de la publicidad institucional es un mecanismo clave para el funcionamiento de los medios de comunicación, en particular en tiempos de crisis económica.
Sin embargo, la Comunidad de Madrid ha sido señalada por priorizar a medios de comunicación de tendencia conservadora, dejando de lado a aquellos que mantienen una línea editorial más crítica o progresista.
Este sesgo, lejos de ser un caso aislado, parece ser parte de una estrategia consolidada para condicionar el debate público y mantener controlada la narrativa política en la región.
Un reparto poco transparente y cuestionado
Según datos revelados en recientes investigaciones, la Comunidad de Madrid ha destinado una significativa cantidad de fondos públicos a medios como Libertad Digital, OKDiario, Telemadrid y otros medios afines, en detrimento de aquellos que no siguen la misma línea ideológica.
Este hecho ha generado una profunda preocupación entre organizaciones y colectivos que abogan por la transparencia y la pluralidad informativa, que consideran que este tipo de decisiones erosiona el equilibrio en la información y censura de facto a las voces críticas.
En su reciente intervención en la Asamblea de Madrid, Díaz Ayuso defendió el reparto de la publicidad institucional, alegando que este responde a criterios de audiencia y alcance.
Sin embargo, desde la oposición y organizaciones de periodistas se insiste en que el reparto es profundamente desigual y favorece a medios que apoyan abiertamente las políticas de la Comunidad.
Este favoritismo genera un entorno mediático donde la crítica hacia la gestión pública queda restringida a unos pocos medios con menos recursos y alcance.
La asociación de periodistas y grupos defensores de la libertad de prensa han advertido sobre el riesgo de que esta práctica limite la pluralidad mediática en Madrid, concentrando la información en manos de medios que se benefician de la publicidad institucional.
Esta dinámica podría, a largo plazo, debilitar la democracia y el derecho de la ciudadanía a acceder a una información veraz y diversa.
Fuentes: Público.es : Asociación de la Prensa de Madrid