Fausto 
Tomada de X: El Solidario. A pesar de sus esfuerzos, la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo no logró reunir los apoyos necesarios para llevar a cabo su estrategia de presión.
El Partido Popular (PP) ha sufrido un revés significativo en su intento de obligar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a varios de sus ministros a comparecer en el Congreso al inicio del curso político.
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A pesar de sus esfuerzos, la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo no logró reunir los apoyos necesarios para llevar a cabo su estrategia de presión.
El PP había planeado una ofensiva para que Sánchez y sus ministros dieran explicaciones sobre temas críticos como la migración, la situación en Venezuela y la reciente huida de Carles Puigdemont.
Sin embargo, la votación en la Diputación Permanente del Congreso no salió como esperaban. A pesar de contar con el respaldo de Vox y, en algunos puntos, de Junts, los populares no consiguieron los votos suficientes para forzar las comparecencias12.
La respuesta del Gobierno
El Gobierno de coalición, por su parte, ha logrado mantener el apoyo de la mayoría de sus aliados parlamentarios, evitando así la comparecencia obligatoria de sus miembros.
Este resultado ha sido un alivio para el Ejecutivo, que ha comenzado el curso político con una agenda centrada en la crisis migratoria, los Presupuestos Generales del Estado y la relación con sus socios.
La transparencia y la rendición de cuentas son pilares fundamentales de una democracia saludable.
La negativa del PP a aceptar el resultado de la votación y su insistencia en forzar comparecencias refleja una estrategia política que prioriza el enfrentamiento sobre el diálogo y la cooperación.
Es crucial que los partidos políticos trabajen juntos para abordar los desafíos que enfrenta el país, en lugar de utilizar tácticas de confrontación que solo sirven para polarizar aún más a la sociedad.
La ciudadanía merece un gobierno que trabaje para mejorar su calidad de vida y que rinda cuentas de manera transparente y efectiva. La política de confrontación y el uso de tácticas de presión no contribuyen a este objetivo y solo sirven para desviar la atención de los problemas reales que afectan a la población.
FUENTES: El Periódico : RTVE
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