Aumento del alquiler de viviendas conduce a la mitad de los españoles a una situación de pobreza severa
Silvia María Vicente Moya 
Archivo: El Solidario
El coste de la vivienda en alquiler está llevando a miles de familias al límite. Según un alarmante informe, el 50% de los inquilinos en España se queda sin recursos básicos después de pagar su alquiler, entrando en el umbral de la pobreza severa. Un problema que trasciende lo económico y afecta profundamente la estabilidad emocional y psicológica de los afectados.
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Una realidad que asfixia
El alquiler en España se convirtió en una trampa de pobreza que asfixia a miles de familias. La mitad de los inquilinos queda en pobreza severa tras pagar su renta, enfrentando decisiones imposibles: elegir entre tener un techo o cubrir sus necesidades básicas. Esta situación no solo precariza la economía de los hogares, sino que destruye su estabilidad emocional.
Mientras los precios siguen subiendo, la falta de políticas efectivas perpetúa el sufrimiento de los más vulnerables. ¿Cuánto más deben soportar estas familias antes de que el derecho a la vivienda deje de ser un privilegio y se convierta en realidad?
Casos como el de María, de 42 años, madre de dos niños y que trabaja como auxiliar de enfermería en Madrid, se repiten por toda la península. Ella paga 1.000 euros de alquiler, casi el 80% de su sueldo. “Cuando acabo de pagar, no sé cómo voy a alimentar a mis hijos. Siento que me han robado el derecho a vivir con dignidad”, confiesa entre lágrimas.
Como María, el 50% de los inquilinos en España vive una angustia similar. Los estudios señalan que esta situación no solo lesiona la economía familiar, sino también el bienestar mental. “El estrés es constante, muchos pacientes presentan ansiedad severa o incluso depresión por no poder cubrir sus necesidades básicas”, advierte la psicóloga Ana Martínez.
Mientras tanto, la falta de regulación efectiva y el aumento especulativo de los alquileres consolidan esta crisis. Grandes ciudades como Barcelona, Madrid o Málaga encabezan una lista negra donde las rentas son inasequibles incluso para trabajadores de jornada completa.
¿Es este el precio de tener un techo? Mientras los responsables políticos se culpan entre sí, miles de familias pierden la esperanza. ¿Hasta cuándo se permitirá que el derecho a la vivienda sea un lujo inalcanzable para tantos?
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