Ejecución con nitrógeno en Estados Unidos abre debate por la violación de los derechos humanos
María Luisa Abarca Sánchez 
Imagen de 24horas.cl : El Solidario. La tercera ejecución con gas nitrógeno se lleva a cabo en Alabama.
El estado de Alabama, Estados Unidos ha llevado a cabo su tercera ejecución utilizando gas nitrógeno, un método que ha generado una intensa controversia y críticas por parte de defensores de los derechos humanos. Carey Dale Grayson, condenado por el asesinato de Vickie Deblieux en 1994, fue ejecutado en el Centro Correccional William C. Holman el pasado 21 de noviembre.
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Un método controvertido
La ejecución por hipoxia de nitrógeno implica la sustitución del aire respirable por gas nitrógeno puro, lo que provoca la muerte por falta de oxígeno. Este método, presentado como una alternativa «más humana» a la inyección letal, ha sido criticado por su potencial para causar sufrimiento prolongado. Los dos primeros reos ejecutados con este método en Alabama mostraron signos de sufrimiento, sacudiéndose y convulsionando durante varios minutos.
Expertos de Naciones Unidas han pedido la prohibición urgente de este método, calificándolo de «trato cruel, inhumano o degradante». La ejecución de Grayson ha reavivado el debate sobre la ética de la pena de muerte y la necesidad de garantizar procedimientos que respeten la dignidad humana. La gobernadora de Alabama, Kay Ivey, defendió la ejecución, afirmando que los crímenes de Grayson fueron «atroces e inimaginables».
La ejecución de Grayson es la tercera en Estados Unidos utilizando gas nitrógeno y la sexta en Alabama este año. Este método ha sido adoptado por otros estados, lo que ha generado preocupación entre los defensores de los derechos humanos. Según el Death Penalty Information Center, en 2023 se llevaron a cabo 22 ejecuciones en Estados Unidos, lo que refleja una tendencia preocupante hacia métodos de ejecución cuestionables.
La utilización de gas nitrógeno para ejecuciones en Alabama plantea serias preguntas sobre la humanidad y la ética de la pena de muerte. Es crucial que la comunidad internacional y los líderes políticos trabajen juntos para garantizar que los métodos de ejecución respeten los derechos humanos y la dignidad de las personas. Como dijo Gandhi: “La grandeza de una nación se mide por su progreso moral.”
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