Desamparo y criminalización, la dura realidad de los menores migrantes en España
Maria Sánchez Peña 
Archivo: El Solidario
Siham Khalifa, de Fundación SAMU, expone la instrumentalización política y la criminalización de menores migrantes en España.
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Siham Khalifa, directora nacional adjunta del Área de Infancia y Familia de Fundación SAMU, denuncia la criminalización y deshumanización de los menores migrantes en España, un colectivo extremadamente vulnerable. «Los niños migrantes a los que se intenta criminalizar son menores con historias muy duras y expuestos al desamparo«, afirma Khalifa, subrayando la gravedad de la situación. Estos niños, en su mayoría provenientes del Magreb y África subsahariana, llegan solos a España, buscando escapar de la guerra, la persecución y la pobreza extrema.
El término ‘mena’, que comenzó como un acrónimo técnico, se ha convertido en un arma para deshumanizar a estos menores, según Khalifa. «Detrás de ese ‘mena’ del que hablan hay un niño o una niña«, enfatiza. La experta lamenta que la narrativa pública y política haya contribuido a esta criminalización, en lugar de centrarse en proporcionar los recursos necesarios para apoyar a estos menores en su integración. «La migración no es un problema, sino una realidad«, añade, destacando que el verdadero desafío radica en la falta de recursos y no en la presencia de los menores migrantes.
Historias de éxito y resiliencia
A pesar de las duras condiciones que enfrentan, muchos de estos menores han logrado integrarse exitosamente en España. «En nuestros centros hay niños que, tras sobrevivir peligrosas travesías, han aprendido el idioma, se han formado y se han emancipado«, señala Khalifa. Estas historias de éxito son un testimonio de la resiliencia de los menores migrantes, aunque también reflejan la necesidad de un apoyo continuo para evitar que caigan en la marginalidad al cumplir la mayoría de edad.
La importancia del apoyo continuado
Khalifa advierte que sin programas adecuados para acompañar a estos jóvenes después de cumplir los 18 años, muchos de ellos pueden verse condenados a la exclusión social. «Si no tienes empleo, no tienes medios propios de vida, y además eres migrante, estás condenado a la marginalidad«, explica. Los programas de alta intensidad implementados por Fundación SAMU han sido cruciales para que muchos de estos jóvenes encuentren su camino hacia la independencia y el éxito.
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Fuente: elDiario.es
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