El sacerdote húngaro Gergö Bese, conocido por su cercanía al primer ministro Viktor Orbán y su firme oposición a los derechos LGBTIQ+, ha sido suspendido por la Iglesia católica tras descubrirse su participación en orgías homosexuales. La Diócesis de Kalocsa-Kecskemét, siguiendo órdenes del Vaticano, tomó medidas contra Bese.
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Su postura contra los derechos LGTBI se contradice con las revelaciones de su vida privada.
Bese, un ferviente defensor de las políticas homófobas de Orbán, había advertido en reiteradas ocasiones sobre los «peligros» de la llamada «propaganda LGTBI» y el «ataque» a la familia tradicional. Sin embargo, los hechos revelan una vez más la doble moral de las élites conservadoras, que predican represión y odio mientras participan en lo que públicamente condenan. El sacerdote eliminó sus perfiles en redes sociales tras la suspensión y pidió disculpas, reconociendo haber «pecado contra la Iglesia y su comunidad».
Este caso recuerda al escándalo del ex eurodiputado József Szájer, del partido de Orbán, sorprendido en una orgía gay en Bruselas en 2020. Mientras el gobierno de Orbán continúa restringiendo los derechos de la comunidad LGBTIQ+ y promoviendo leyes represivas, estos casos muestran la contradicción de una cúpula que utiliza el odio como bandera política mientras es incapaz de sostener su propio discurso en lo personal.
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Fuente:20 minutos