Al menos 93 palestinos han perdido la vida y más de 40 resultaron heridos en un devastador ataque aéreo israelí sobre un complejo residencial en Beit Lahia, en el norte de Gaza.
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Según el Ministerio de Salud palestino, las operaciones de rescate se ven obstaculizadas por los constantes bombardeos que impiden el acceso seguro a los equipos de emergencia y mantienen a numerosas víctimas atrapadas bajo los escombros.
Organizaciones de derechos humanos, como la ONU y la Media Luna Roja, han denunciado el uso indiscriminado de la fuerza en zonas densamente pobladas y el asedio sobre Gaza, que ha impedido el acceso de ayuda humanitaria, provocando una crisis sanitaria y alimentaria que agrava la situación de miles de desplazados.
El impacto psicológico y material para la población es devastador: según informes, más de 42,000 palestinos han muerto en el actual conflicto desde el 7 de octubre, cuando un ataque de Hamás contra Israel, que dejó al menos 1,200 muertos, intensificó la ofensiva militar israelí en Gaza.
Entre los fallecidos se encuentran niños, ancianos y rescatistas, según la Media Luna Roja, que reportó la muerte de dos socorristas y varios heridos cuando sus vehículos fueron atacados mientras intentaban brindar auxilio.
Las imágenes muestran a la población local, desesperada, buscando a sus seres queridos entre los escombros y enfrentando el miedo constante de nuevos bombardeos, especialmente en lugares como los hospitales, que han quedado sin suministros y colapsados por la emergencia.
La tragedia en Gaza exige una reflexión profunda sobre la responsabilidad de la comunidad internacional para detener la violencia y proteger a los civiles. ¿Cuántas vidas más deberán perderse antes de que se haga valer el derecho universal a la paz y seguridad?
FUENTES: ELDiario.es, ElPaís.es, LaVanguardia.es