La reelección de Trump puede alentar un mayor avance israelí en Gaza.
La reelección de Donald Trump plantea un escenario complejo en Medio Oriente y en la política de alianzas de Estados Unidos. Según expertos, el regreso de Trump al poder puede traducirse en un apoyo militar incondicional a Israel, facilitando el avance sobre Gaza y otros territorios palestinos, y en un distanciamiento con los países de la OTAN.
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Un cambio en el apoyo a Ucrania podría generar tensiones con la OTAN.
Durante su campaña, Trump ha expresado su respaldo a que Israel termine “rápidamente” la guerra en Gaza, lo que para él implicaría una victoria total de Israel y la expulsión de la población palestina. Se puede esperar un mayor financiamiento y apoyo militar estadounidense para Israel, en un intento de neutralizar tanto a Hamas como a cualquier grupo palestino en la región.
Otro posible frente de su administración sería el aislamiento de Irán, país que Trump ya calificó de “amenaza” y “foco de terrorismo”. En su mandato anterior, aprobó el asesinato del general iraní Qassem Soleimani y retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, estableciendo una política de sanciones y aislamiento diplomático.
En cuanto a Ucrania, Trump ha sugerido reducir la ayuda militar para forzar a Rusia a un acuerdo de paz. Según Motta, el discurso de Trump podría desatar un conflicto con los países de la OTAN y Occidente, que consideran inaceptable la expansión rusa. Esta postura de Trump podría ser interpretada como una “indiferencia” hacia la OTAN, debilitando la alianza que sostiene la hegemonía estadounidense en Europa.
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