
Archivo: El Solidario. La tendencia al alza en las temperaturas no solo se debe a fenómenos naturales como El Niño, sino también al impacto continuo de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El año 2024 está destinado a convertirse en el más caluroso de la historia registrada, según lo confirman los datos del Servicio de Cambio Climático Copernicus.
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La temperatura media del aire en superficie de enero a noviembre superó en 0,14°C la del mismo periodo de 2023, el hasta ahora año récord. Este noviembre, el segundo más cálido jamás registrado, es un recordatorio inquietante de la magnitud de la crisis climática que enfrentamos.
La tendencia al alza en las temperaturas no solo se debe a fenómenos naturales como El Niño, sino también al impacto continuo de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las políticas actuales de mitigación del cambio climático se quedan cortas frente a la velocidad con que las temperaturas globales están aumentando. Este calentamiento no solo afecta a los ecosistemas, sino también a la seguridad alimentaria, los recursos hídricos y las vidas humanas en todo el planeta.
Se encienden las alarmas climáticas
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advierte que 2024 podría ser un punto de inflexión peligroso, acercándonos cada vez más al límite de 1,5°C establecido por el Acuerdo de París.Este umbral no es arbitrario; cruzarlo significa un aumento exponencial en la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos como sequías, incendios forestales e inundaciones, los cuales ya estamos presenciando.
Los compromisos internacionales deben traducirse en acciones inmediatas y tangibles. Las recientes cumbres climáticas han mostrado avances, pero la implementación sigue siendo lenta y desigual. Mientras tanto, países en desarrollo, que suelen ser los más afectados por la crisis climática, enfrentan barreras para acceder a los recursos necesarios para adaptarse y mitigar los daños.
2024 nos está enviando un mensaje claro: el tiempo para actuar es ahora. No podemos seguir priorizando intereses económicos a corto plazo sobre la sostenibilidad del planeta.
La pregunta es: ¿Estamos dispuestos a hacer los sacrificios necesarios para asegurar un futuro habitable, o seguiremos quemando nuestro camino hacia un desastre climático irreversible? Te leemos en los comentarios.
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