El Gobierno de Castilla-La Mancha ha lanzado un plan para fomentar la agricultura baja en carbono, con el objetivo de aumentar la sostenibilidad del sector agropecuario y mejorar la salud del suelo. Este plan incluye la implementación de eco-regímenes de la Política Agraria Común (PAC) 2024, con una inversión de 92 millones de euros.
Importancia de la agricultura baja en carbono
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La viceconsejera de la PAC y Políticas Agroambientales, Gracia Canales, ha destacado la importancia de las prácticas sostenibles en la agricultura. La agricultura baja en carbono:
Mejora la salud del suelo.
Reduce las emisiones de carbono.
Incrementa la productividad de los cultivos.
Promueve la sostenibilidad económica de las explotaciones agrícolas.
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha destinado 92 millones de euros para los eco-regímenes de la PAC 2024. Estos fondos se han distribuido entre agricultores y ganaderos para promover prácticas como el pastoreo extensivo, la siembra directa y el uso de cubiertas vegetales. Estas medidas no solo ayudan a aumentar el contenido de carbono en el suelo, sino que también reducen las emisiones a la atmósfera.
Formación y conocimiento
Para asegurar el éxito de este plan, el Gobierno ha organizado jornadas de trabajo y formación para agricultores y ganaderos. En estas jornadas, se discuten los riesgos y beneficios de la agricultura baja en carbono y se proporciona formación sobre la certificación de créditos de carbono y el mercado voluntario de carbono.
Futuro de la acumulación de carbono en suelos
El futuro de la agricultura en Castilla-La Mancha está orientado hacia prácticas más sostenibles, con un enfoque en la reducción de las emisiones de carbono. La viceconsejera Gracia Canales ha subrayado la importancia de trabajar en las oportunidades presentes y futuras que ofrecen los suelos agrarios para la acumulación de carbono.