Canadá enfrenta con preocupación la propuesta de Trump de convertirse en «el estado 51»
Fatima Makhoukh 
Archivo/ELSOLIDARIO. Bandera de EE.UU y Canadá.
En medio de crecientes tensiones diplomáticas y económicas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sugerido en varias ocasiones la posibilidad de que Canadá se convierta en el estado número 51 de la Unión Americana. Estas declaraciones, que comenzaron como bromas, han escalado en seriedad, generando preocupación tanto en Canadá como en la comunidad internacional.
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Durante una cena en diciembre de 2024 en Mar-a-Lago, Trump comentó al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que si Canadá no podía asumir los aranceles del 25% propuestos por Estados Unidos, tal vez debería unirse a la Unión como el estado 51. Aunque inicialmente se interpretó como una broma, Trump reiteró esta idea en posteriores declaraciones, sugiriendo que muchos canadienses estarían a favor de la anexión.
Estas afirmaciones han sido recibidas con firme rechazo por parte del gobierno canadiense. El primer ministro Trudeau calificó las conversaciones sobre el estado número 51 como «inviables» y aseguró que «no hay ni la más mínima posibilidad de que Canadá se convierta en el estado número 51». Además, el ministro de Defensa, Bill Blair, expresó que tales comentarios son ofensivos para la mayoría de los canadienses y reafirmó la disposición del país para defender su soberanía.
La situación se ha agravado debido a la guerra comercial iniciada por Trump, quien impuso aranceles del 25% a bienes provenientes de Canadá y México. En respuesta, provincias canadienses como Ontario han incrementado en un 25% el precio de la electricidad que exportan a estados estadounidenses como Nueva York, Minnesota y Michigan, buscando proteger a sus trabajadores y empresas locales. Estas medidas han añadido tensión a una relación históricamente cercana entre ambos países.
En el ámbito político canadiense, Mark Carney, exgobernador de los bancos centrales de Canadá y Reino Unido, ha sido elegido líder del Partido Liberal, sucediendo a Justin Trudeau. Carney enfrenta el desafío de gestionar las relaciones con la administración Trump y abordar las amenazas anexionistas. Su experiencia en el manejo de crisis económicas será crucial para navegar en este complejo escenario.
La comunidad internacional observa con preocupación estos desarrollos. La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, advirtió que las políticas impredecibles de Trump amenazan la soberanía económica de Canadá y podrían ser una señal de alerta para otras naciones. Joly enfatizó la necesidad de proteger los intereses nacionales frente a las amenazas externas.
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