Gigantes turísticos como Airbnb y Booking lucran con alojamientos en asentamientos ilegales, normalizando la ocupación y el abuso de derechos humanos.
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Airbnb y Booking han sido señaladas por la ONU y ONG de derechos humanos por ofrecer alojamientos en asentamientos israelíes en territorios palestinos ocupados. Estas empresas están ayudando a consolidar el robo de tierras y la violencia sistemática contra la población palestina, mientras cientos de miles de colonos se benefician de infraestructuras construidas sobre tierras arrebatadas. Las actividades turísticas y comerciales en estas zonas alimentan un ciclo de despojo, desplazamiento y muerte que afecta a miles de palestinos. «Es la injusticia en sí misma», denuncia Human Rights Watch, alertando sobre las consecuencias devastadoras de esta ocupación.
El turismo que normaliza la violencia
Desde el 7 de octubre de 2023, más de 700 palestinos han sido asesinados por colonos y el ejército israelí, muchos de ellos menores de edad. La expansión de estos asentamientos, apoyada por las reservas turísticas en plataformas como Airbnb y Booking, legitima y perpetúa un régimen de ocupación que viola resoluciones internacionales. Naciones Unidas ha advertido que la actividad económica en los asentamientos ilegales no solo es inmoral, sino que también contribuye directamente a la normalización de la ocupación, facilitando el crecimiento de estas colonias a costa del sufrimiento palestino. “Dejar caer unas monedas en una caja de caridad no compensa los crímenes de guerra”, afirma Ryvka Barnard, de War on Want.
Airbnb: de la promesa a la traición
En 2018, Airbnb prometió retirar sus anuncios en los territorios ocupados, pero cinco meses después se retractó ante presiones políticas y legales. Hoy, siguen ofreciendo centenares de alojamientos en asentamientos ilegales, mientras los palestinos ven sus tierras confiscadas y sus hogares destruidos. Las empresas que lucran con el turismo en estas zonas refuerzan un sistema que genera beneficios económicos a costa de una población oprimida. «La decisión de Airbnb es un acto cobarde», señaló Mark Dummett de Amnistía Internacional. Los crímenes de guerra continúan, y el silencio de la comunidad internacional persiste.
¿Qué medidas deberían tomarse para frenar la complicidad de estas empresas con la ocupación israelí? Participa y comparte tu opinión.
Fuente: El Salto