El gobierno murciano sigue otorgando contratos a dedo a un empresario cercano a Ayuso y Nacho Cano. ¿Qué hay detrás?
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El gobierno de Fernando López Miras continúa adjudicando contratos a dedo a un empresario israelí, conocido por su cercanía con la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso y el músico Nacho Cano. Estas adjudicaciones, sin ningún tipo de concurso público, han generado críticas tanto desde la oposición como desde la sociedad civil. Se acusa al ejecutivo murciano de falta de transparencia y de favorecer intereses privados. Este tipo de prácticas no solo despiertan sospechas, sino que también plantean la pregunta: ¿Hasta qué punto la política regional está sirviendo a intereses ajenos al bien común?
Relaciones cuestionadas con Ayuso y Cano
Las conexiones del empresario israelí con Díaz Ayuso y Nacho Cano no pasan desapercibidas. Promotor de eventos y gran defensor de la presidenta madrileña, este empresario ha sido señalado como beneficiario directo de contratos sin justificación pública. Las adjudicaciones realizadas por López Miras han sido denunciadas como un posible caso de favoritismo, al tratarse de una persona con vínculos políticos y personales evidentes. Según fuentes de El Plural, la opacidad en estos procesos es alarmante, y muchos se preguntan por qué estas relaciones no se investigan más a fondo.
Las críticas se han intensificado en los últimos meses, especialmente por el papel que Nacho Cano juega en la ecuación. Cano, quien también ha estado bajo la lupa por su propio trato favorable con Ayuso en Madrid, parece ser una figura clave en esta red de relaciones. Los ciudadanos y expertos en políticas públicas denuncian que la política se está utilizando para beneficiar a unos pocos, y que el gobierno de Murcia debe rendir cuentas por estos contratos «a dedo». «La falta de transparencia es inaceptable», aseguran fuentes anónimas cercanas al caso.
El silencio del gobierno murciano
El ejecutivo de López Miras ha guardado silencio ante las preguntas que surgen en torno a estos contratos. Lejos de dar explicaciones, parece escudarse en justificaciones que no convencen a la opinión pública. ¿Por qué seguir beneficiando a un empresario tan vinculado políticamente? La falta de concurso público, los lazos con figuras controvertidas y la ausencia de respuestas claras dejan un manto de sospecha sobre la administración murciana. Cada vez son más las voces que exigen una investigación para esclarecer si estos contratos responden a verdaderas necesidades del sector o si son el resultado de conexiones personales.
Este tipo de favoritismos mina la confianza de la ciudadanía en sus representantes. Cuando la política se convierte en un espacio donde prevalecen los intereses privados sobre los públicos, es la democracia la que sufre. El caso de López Miras y sus contratos sin licitación debería ser investigado con urgencia para garantizar la transparencia en la gestión pública.
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Fuente: El Plural