El 14 de agosto de 2024, la OMS declaró emergencia sanitaria global ante un brote grave de viruela del mono en África, causado por una cepa más virulenta del virus.
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Emergencia global ante un nuevo brote
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado una emergencia sanitaria internacional debido a un brote de viruela del mono en África, originado en la República Democrática del Congo. Este brote ha generado gran preocupación, especialmente por una nueva cepa del virus, mucho más letal, que está afectando principalmente a la población infantil. Con más de 14,000 casos y 524 muertes confirmadas, la OMS ha elevado la alerta sanitaria al nivel más alto para movilizar recursos y coordinar una respuesta global.
Ante esta alarmante situación, la Unión Europea ha anunciado la entrega de más de 215,000 dosis de la única vacuna aprobada contra la viruela del mono en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, esta cantidad resulta insuficiente, ya que se estima que África necesita al menos diez millones de dosis para controlar la propagación del virus. Esto evidencia la urgente necesidad de una cooperación internacional más sólida, subrayando la importancia de aumentar los recursos y el apoyo a las regiones afectadas.
La viruela del mono, inicialmente confinada en África, podría convertirse en una amenaza global si no se contiene de manera efectiva. La rápida mutación del virus y su alta tasa de mortalidad, especialmente entre niños, han encendido las alarmas a nivel internacional. Por lo tanto, la OMS ha instado a todos los países a intensificar la vigilancia y la preparación, advirtiendo que, de no contenerse, este brote podría escalar a una pandemia de proporciones devastadoras.
Un llamado urgente a la solidaridad internacional
Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para los Asuntos Exteriores, ha subrayado la necesidad de solidaridad global en respuesta a esta emergencia sanitaria. La OMS, junto con otras organizaciones internacionales, ha hecho un llamado urgente para movilizar recursos y compartir conocimientos y estrategias efectivas que permitan frenar la propagación del virus. La situación en África es crítica, y solo una acción concertada y urgente podrá evitar que esta crisis se convierta en una catástrofe sanitaria de mayores dimensiones.
La emergencia sanitaria por viruela del mono en África es un recordatorio de la fragilidad de la salud global y la necesidad de cooperación entre naciones. La rapidez en la respuesta y la efectividad de las medidas implementadas serán cruciales para contener este brote antes de que se extienda más allá de las fronteras africanas. La solidaridad y el apoyo mutuo deben ser la base de la respuesta global para evitar que esta crisis se convierta en una pandemia de proporciones devastadoras.
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Fuente: Público