La ultraderecha británica ha intensificado sus ataques y amenazas contra despachos de abogados y centros de asesoría que apoyan a migrantes, desencadenando una preocupante escalada de odio y xenofobia.
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En los últimos meses, estos actos violentos han aumentado significativamente, alarmando a defensores de derechos humanos y organizaciones pro-migrantes.
Despachos de abogados de inmigrantes vandalizados
En diversas ciudades del Reino Unido, como Londres, Birmingham y Manchester, despachos de abogados y centros de asesoría han sido blancos de intimidación, vandalismo y agresiones físicas.
Estos ataques han sido perpetrados por grupos de ultraderecha que, alimentados por una retórica antiinmigrante, han escalado su violencia desde principios de 2024.
Aumento de la violencia xenófoba en UK
Desde el inicio del año, se han documentado más de 100 incidentes de violencia y amenazas. Estos incluyen desde mensajes de odio y símbolos de ultraderecha hasta agresiones directas.
La organización Hope Not Hate ha reportado un aumento del 40% en las actividades de estos grupos extremistas en comparación con el año anterior.
Para tener en cuenta:
- Incidentes reportados: Más de 100 incidentes de violencia y amenazas en 2024.
- Detenciones: La policía ha realizado 25 detenciones, pero muchos responsables siguen en libertad.
- Zonas afectadas: Londres, Birmingham y Manchester han sido las más afectadas.
Exigen más acción al Gobierno británico
Las organizaciones pro-migrantes y la comunidad legal han pedido al gobierno británico una respuesta más fuerte para proteger a los defensores de los derechos humanos y a los migrantes.
Sarah Jones, portavoz de Justicia para Migrantes, ha enfatizado: «Es intolerable que en una sociedad democrática, quienes defienden los derechos de los más vulnerables sean objeto de tal violencia y odio».
El gobierno ha prometido aumentar la seguridad en las áreas más afectadas, pero estas medidas han sido criticadas por ser insuficientes. Se han solicitado más recursos y apoyo para enfrentar esta ola de odio y proteger a las víctimas.
La creciente violencia xenófoba ha generado un clima de temor y desconfianza entre los migrantes y las comunidades que los apoyan.
Este ambiente hostil no solo afecta a los individuos directamente involucrados, sino que también debilita la cohesión social y la percepción del Reino Unido como un país inclusivo y respetuoso de los derechos humanos.