
Archivo: El Solidario. Edificio comprado por cooperativa de viviendas La Borda
Manifestarse para exigir mejorar las condiciones de la vivienda es una estrategia a medias, que aunque presiona al poder político y muestra el descontento popular, no cubre las necesidades del futuro más próximo. Es por ello, que además de salir a la calle, los ciudadanos debemos recurrir a la colaboración y generar proyectos comunes que dentro de las reglas establecidas por el sistema, nos permitan jugar sin jugarnos nuestra vida y la de nuestra familia.
Una de ellas es la creación de proyectos de vivienda cooperativa en cesión de uso donde Cataluña es ejemplo a seguir. El sistema es sencillo: un grupo de personas, constituidas como cooperativa, compra un edificio o promueve la rehabilitación o construcción de uno. Las que quieran participar deben hacer una aportación al capital social, que no supere un porcentaje (suele rondar el 30% del total de la obra o de la compra). Posteriormente, entran a vivir en las casas.
Pueden estar allí el tiempo que quieran, pagando mensualmente una cantidad (inferior al precio de mercado). Si se van, recuperan la inversión inicial, y la cooperativa adjudica ese lugar para vivir a otra familia. Si fallecen, lo heredan los hijos.
Es un espacio libre de fondos buitre y especuladores, puesto que la propiedad nunca deja de estar en manos de la cooperativa.
Proyectos en marcha
En la actualidad, detalla Rubén Méndez, de la Secretaría Técnica del Grupo de Vivienda Cooperativa en cesión de uso en Reas, hay 179 proyectos en marcha en todo el Estado, de los cuales 40 están ya habitados y 59 consolidados (con suelo disponible o edificios en construcción).
Las cifras han pasado desde las apenas 100 viviendas habitadas en 2020 a superar muy pronto las 2.000 unidades, cuando muchos de estos proyectos se finalicen en 2025.
“Es una fórmula intermedia entre la compra y el alquiler. Coge las cosas buenas de la propiedad (por ejemplo, la estabilidad, no te pueden echar), pero también las del alquiler (como la flexibilidad, si te tienes que ir no estás atrapado por una hipoteca)”, explica Anabel García, coordinadora del Grupo de Trabajo de Reas Vivienda Aragón.
En la actualidad, estos proyectos pioneros están permitiendo que muchos hogares consigan no estar sometidos a las arbitrarias reglas de entidades financieras, ganando independencia y seguridad. Se trata de saber que podemos hacerlo si lo hacemos juntos y de ponerse manos a la obra para lograr el milagro: Viviendas más baratas que las VPO.