Verónica Mas 
La pobreza se cronifica en España a pesar de ser la cuarta economía de la UE. Resulta paradójico que siendo la economía occidental que más va crecer de la OCDE en 2025, sea la segunda en cuanto a pobreza infantil en Europa sólo superada por Rumania.
Si eres gitana, familia monoparental o tienes a un hijo o hija con algún tipo de enfermedad que requiere cuidados constantes, es probable que no puedas llegar a fin de mes y lo que es peor, que falte en tu mesa alimentos básicos para una buena nutrición y crianza.
Es evidente que el estado de bienestar español falla en la distribución de recursos y en la elaboración de políticas de infancia y familia. También, que causas estructurales como la vivienda y el salario, no están cubriendo las necesidades de una parte importante de las familias españolas.
El neoliberalismo depredador basado en el individualismo, la meritocracia y el éxito (muy a lo Trump), hace creer que si no progresas, estudias y consigues un buen trabajo, es porque no tienes las agallas suficientes y la realidad es que no sólo hacen falta ganas, también hacen falta tener al alcance medios.
En la actualidad, estos medios, llámense principalmente educación, sanidad y vivienda, están siendo vendidos a fondos de inversión y grandes lobbies que ni por asomo buscan el bienestar social. Mientras tanto, los políticos de turno que mercadean con nuestros derechos básicos, llevan a sus hijos a colegios privados y bilingues y se hacen sus análisis en clínicas privadas sin listas de espera.
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La pobreza se hereda
La (deficiente) formación es una de las principales formas de contagio de la pobreza de padres a hijos. Según el informe, el 37,4% de adultos con padres que tuvieron un trabajo poco cualificado ostenta hoy un trabajo de igual perfil. El 45% de los adultos criados por padres con bajo nivel educativo sólo llegó al final de la educación obligatoria, por un 5% del resto de la población. El ascensor social no funciona para los pobres: no baja al sótano.
Un informe de 2022 encargado por el Ministerio de Derechos Sociales a la Universidad de Girona evidencia que Seis de cada diez niños con abuelos que criaron a sus hijos en una situación económica complicada son hoy en día pobres. Este riesgo se encuentra un 32,9% por encima del riesgo medio del conjunto de la población infantil.
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