
El Solidario. Muy poco que celebrar en Andalucía este 28F ante las graves crisis en salud y educación.
Este 28 de febrero, mientras Andalucía celebra su día, el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, intenta ocultar la grave crisis que atraviesan los servicios públicos de la región. Desde la sanidad hasta la educación, pasando por la dependencia, la gestión del Gobierno andaluz ha dejado a la comunidad sumida en el abandono y la precariedad.
La sanidad pública andaluza está al borde del colapso, con listas de espera interminables, falta de personal y recortes en infraestructuras. Los hospitales y centros de salud no dan abasto, y los pacientes se ven obligados a recurrir a la sanidad privada, agravando la desigualdad.
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En educación, la situación no es mejor: aulas masificadas, falta de recursos y un abandono generalizado que afecta especialmente a los estudiantes más vulnerables.
La dependencia es otro de los grandes olvidados de la gestión de Moreno Bonilla. Miles de personas mayores y con discapacidad esperan años para recibir ayudas, mientras las familias se ven obligadas a asumir costes que deberían ser cubiertos por la administración.
¿Motivos para celebrar?
Esta desidia no es casual; es el resultado de una política de recortes y privatizaciones que prioriza los intereses económicos sobre las necesidades de la ciudadanía.
Frente a la propaganda de Moreno Bonilla, es urgente denunciar la realidad: Andalucía sufre una crisis sin precedentes en sus servicios públicos. La sanidad, la educación y la dependencia no pueden ser moneda de cambio para recortes y privatizaciones.
Este 28F, más que una celebración, debe ser un llamado a la acción para exigir un cambio real que ponga a las personas por encima de los intereses políticos y económicos.
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