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Derribarían el chalet de lujo de la esposa de Feijóo, Eva Cárdenas.
El municipio de Moaña (Pontevedra) decidió tomar cartas en el asunto y respaldar a Costas para derribar la mansión ilegal construida por la mujer de Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, Eva Cárdenas.
La regidora local, Leticia Santos, denunció que llevan años insistiendo en la necesidad de actuar contra esta construcción, que vulnera la ley de costas. Este es un caso claro de privilegios de clase y, además, es la muestra de la lentitud de las instituciones cuando se trata de aplicar la ley a los poderosos.
La vivienda, ubicada en una zona protegida, fue construida sin los permisos necesarios, algo que ha generado un amplio rechazo entre los vecinos y las autoridades locales.
Según Santos, la demora en la actuación de Costas ha sido injustificada, especialmente cuando se trata de una infracción flagrante. Mientras tanto, familias humildes que cometen irregularidades menores son sancionadas de inmediato, lo que refleja una justicia desigual que beneficia a quienes tienen influencias políticas y económicas.
El poder político vulnera la ley
Este caso no es aislado. En España, la ley de costas ha sido sistemáticamente vulnerada por personas con recursos, mientras que las administraciones suelen mirar hacia otro lado. La mansión de Eva Cárdenas es un símbolo de cómo las élites políticas se creen por encima de la ley, algo que contrasta con el discurso de «cumplimiento normativo» que suelen pregonar.
El derribo de la mansión ilegal no es solo una cuestión legal, sino también de justicia social. En un país donde la desigualdad sigue creciendo, es inadmisible que quienes hacen las leyes se crean exentos de cumplirlas.
Moaña da un paso al frente, pero es responsabilidad de todas las instituciones garantizar que la ley se aplique por igual, sin distinción de apellidos o cargos. La impunidad no puede ser un privilegio de unos pocos; este caso debe servir para recordar que nadie está por encima de la ley.
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