La Fiscalía ha solicitado al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) que investigue penalmente la gestión de Carlos Mazón, actual presidente del Gobierno valenciano, en la tragedia de la DANA.
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Esta solicitud surge tras la presentación de siete querellas que cuestionan la actuación de la administración autonómica durante los devastadores episodios climáticos que dejaron a miles de valencianos en situación de vulnerabilidad.
La petición del ministerio público abre una grieta en la gestión política del PP valenciano, poniendo bajo el foco las responsabilidades institucionales en una emergencia que pudo haberse mitigado con una respuesta más eficiente y comprometida.
Negligencia que cobró vidas
La DANA de septiembre fue un aviso brutal del cambio climático y sus consecuencias extremas, dejando un reguero de destrucción en localidades afectadas.
Sin embargo, más allá de los fenómenos naturales, las críticas hacia el gobierno autonómico apuntan a una presunta negligencia en la planificación y en la respuesta inmediata a la crisis. Los afectados, que vieron sus hogares y vidas arrasadas por el agua, denuncian falta de previsión, insuficiente gestión de recursos y nula empatía institucional en los momentos más críticos.
La unificación de las querellas solicitada por la Fiscalía es un paso firme para depurar responsabilidades y garantizar que la tragedia no quede impune. La responsabilidad política no solo consiste en gestionar los tiempos de bonanza, sino en actuar con determinación en momentos de crisis.
Carlos Mazón y su administración deberán responder ahora por su papel durante la emergencia, y la justicia será la encargada de esclarecer si las decisiones tomadas estuvieron a la altura de las circunstancias.
Este caso también evidencia la necesidad de que los gobiernos, independientemente de su signo político, prioricen el bienestar de la ciudadanía y afronten con responsabilidad las emergencias derivadas del cambio climático. ¿Cuántas tragedias más necesitamos para que las administraciones trabajen con previsión, transparencia y humanidad?
La DANA dejó a su paso agua y dolor, pero también preguntas sin responder. Que la justicia actúe no solo es una exigencia, sino una obligación moral con las víctimas. El pueblo valenciano merece saber si hubo fallos y, sobre todo, si estos fueron evitables.
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